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Wonder Ponder, Visual Philosophy for Children, is an imprint specialising in products for fun and engaging thinking. This website provides accompanying material to our Wonder Ponder boxes, including guides for children, parents and mediators, ideas for wonderpondering and fun games and activities. It is also a platform for sharing your very own Wonder Ponder content and ideas.

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Filtering by Tag: Resumen 2019

¡Marchando reimpresiones de Wonder Ponder MINI!

Ellen Duthie

 

Ya están en marcha las reimpresiones para España de los dos títulos de nuestra colección para primera infancia, Wonder Ponder MINI de Libros para pararse a mirar que desde que los publicamos hace seis años nos ha dado -y sigue dando- tantas alegrías!

En Latinoamérica, estos títulos están disponibles en Océano Travesía.

Niño huevo perro hueso y Niña gato agua pato son dos libros hermanos que comparten reglas de juego: cuatro elementos, un solo escenario y ¡a combinar!

Ellen Duthie y Daniela Martagón, el mismo tándem responsable de nuestra serie de Filosofía visual para niños, crearon para esta nueva colección y con estos libros aparentemente sencillos una serie de variaciones de un juego inteligente, fresco y cómico que provoca risas y gritos de “¡otra vez! ¡otra vez!” tanto en adultos como en niños.

Ambos libros son trabalenguas y también un poco “traba-ojos” e incorporan además elementos de varios juegos diferentes. Tienen algo de “busca las diferencias”, un poco de cucutrás, otro poco de escondite inglés y un mucho de juego de combinaciones.

Arriba os mostramos las dos primeras páginas de Niño huevo perro hueso. ¿Qué otras cosas creéis que pueden pasar? ¿Habrá algún peligro? ¿Alguna risa? ¿Algún aplauso al final?

Cómo surgió la idea
Hace ya unos tres años que nos empezó a rondar por la cabeza la idea de hacer algo que girara en torno a pequeñas variaciones sobre una misma escena. Buscábamos crear algo que impeliera a los lectores a fijarse bien para comprender los cambios, reír y entrar al juego. A mirar, jugar y pensar.

Estas dos primeras páginas de Niña gato agua pato promete una acción similar al de su libro hermano, pero ¡atención! porque aún no han entrado las onomatopeyas. ¡Miaaaaaau! ¡Cuac-cuac! ¡Splash! ¡Jajaja!

Nos interesa mucho jugar con diferentes maneras de ofrecer en nuestros libros posibilidades de comparación. Fijarse bien en una cosa es interesante, pero fijarse en dos y en las diferencias entre ambas es más activo y todavía más gratificante porque ofrece una sensación de comprensión más consciente. Muchos de los juegos de niños pequeños se basan en estas comparaciones y aprender a leer imágenes también tiene mucho de esto. La comparación y la percepción del cambio, la incongruencia y la sorpresa también están en la raíz del humor y nos gusta mucho jugar con esto.

Le dimos muchas vueltas a la idea buscando la mejor forma de materializarlo -el proyecto pasó por fases en las que mutó, desde ser un puzle de cubos de madera, a una app, pasando por varios inventos más, antes de convertirse en lo que tenía que haber sido desde el principio: un libro (dos).

Descubre más sobre la muy particular hora de comer en Niño huevo perro hueso aquí.

Descubre más sobre la sonora hora del baño en Niña gato agua pato aquí.

Escucha a Ellen Duthei y Raquel Martínez Uña (la editora de Wonder Ponder) hablar sobre los libros aquí:

Disfruta de ver a lectores y lectoras leer y disfrutar de los libros en esta playlist de 6 mini videítos:


 

Libros para pararse a mirar

¡Un año de Wonder Ponder MINI!

Ellen Duthie

 

Hoy hace justamente un año celebrábamos el lanzamiento de nuestra nueva colección para primera infancia, Wonder Ponder MINI de Libros para pararse a mirar que desde entonces nos ha dado -y sigue dando- tantas alegrías!

Niño huevo perro hueso y Niña gato agua pato son dos libros hermanos que comparten reglas de juego: cuatro elementos, un solo escenario y ¡a combinar!

Ellen Duthie y Daniela Martagón, el mismo tándem responsable de nuestra serie de Filosofía visual para niños, crearon para esta nueva colección y con estos libros aparentemente sencillos una serie de variaciones de un juego inteligente, fresco y cómico que provoca risas y gritos de “¡otra vez! ¡otra vez!” tanto en adultos como en niños.

Ambos libros son trabalenguas y también un poco “traba-ojos” e incorporan además elementos de varios juegos diferentes. Tienen algo de “busca las diferencias”, un poco de cucutrás, otro poco de escondite inglés y un mucho de juego de combinaciones.

Arriba os mostramos las dos primeras páginas de Niño huevo perro hueso. ¿Qué otras cosas creéis que pueden pasar? ¿Habrá algún peligro? ¿Alguna risa? ¿Algún aplauso al final?

Cómo surgió la idea
Hace ya unos tres años que nos empezó a rondar por la cabeza la idea de hacer algo que girara en torno a pequeñas variaciones sobre una misma escena. Buscábamos crear algo que impeliera a los lectores a fijarse bien para comprender los cambios, reír y entrar al juego. A mirar, jugar y pensar.

Estas dos primeras páginas de Niña gato agua pato promete una acción similar al de su libro hermano, pero ¡atención! porque aún no han entrado las onomatopeyas. ¡Miaaaaaau! ¡Cuac-cuac! ¡Splash! ¡Jajaja!

Nos interesa mucho jugar con diferentes maneras de ofrecer en nuestros libros posibilidades de comparación. Fijarse bien en una cosa es interesante, pero fijarse en dos y en las diferencias entre ambas es más activo y todavía más gratificante porque ofrece una sensación de comprensión más consciente. Muchos de los juegos de niños pequeños se basan en estas comparaciones y aprender a leer imágenes también tiene mucho de esto. La comparación y la percepción del cambio, la incongruencia y la sorpresa también están en la raíz del humor y nos gusta mucho jugar con esto.

Le dimos muchas vueltas a la idea buscando la mejor forma de materializarlo -el proyecto pasó por fases en las que mutó, desde ser un puzle de cubos de madera, a una app, pasando por varios inventos más, antes de convertirse en lo que tenía que haber sido desde el principio: un libro (dos).

Descubre más sobre la muy particular hora de comer en Niño huevo perro hueso aquí.

Descubre más sobre la sonora hora del baño en Niña gato agua pato aquí.

Escucha a Ellen Duthei y Raquel Martínez Uña (la editora de Wonder Ponder) hablar sobre los libros aquí:

Disfruta de ver a lectores y lectoras leer y disfrutar de los libros en esta playlist de 6 mini videítos:


 

Libros para pararse a mirar

5º aniversario

Ellen Duthie

El 20 de noviembre Wonder Ponder cumplió 5 años y 555 preguntas (sí, ¡las contamos!), coincidiendo con el Día Mundial de la Filosofía y en los medios se contó así:

Entrevista con Laura Barrachina en Efecto Doppler (RNE)

Reportaje a partir de entrevista con Ellen Duthie en El País

Entrevista en Escúchate de Aragón Radio

Entrevista en Menudo Castillo (Radio 21)

Otras apariciones en prensa en torno al aniversario, sobre distintos temas. En Hoy por Hoy, de la Cadena Ser, Ellen habló sobre Mundo cruel y censura en la literatura infantil. En el blog de la Universidad de Padres, un artículo de Ellen Duthie: ¿La filosofía puede proteger contra el adoctrinamiento?

Y en Radio Nacional de España. entrevista a Ellen Duthie sobre el proyecto de Filosofía visual para niños, niñas y no tan niños y no tan niñas.

Propuestas para pensar sobre la Navidad. ¡Descargable gratuito de filosofía visual para todas las edades!

Ellen Duthie

Estas navidades... ¡asombrate y piensa! con Wonder Ponder. 

La navidad ya está a la vuelta de la esquina y desde Wonder Ponder pensamos que da mucho, mucho que pensar. En los últimos años, hemos comprobado que muchos profesores y muchas familias pensaban lo mismo y nos han escrito entusiasmados para contarnos lo bien que lo habían pasado y lo mucho que habían pensado con nuestro especial navideño.

Por eso este año volvemos a compartir nuestro regalo navideño para todos, para compartir:  un PDF descargable e imprimible repletito de propuestas para pensar sobre la navidad. ¡A disfrutar! 

Disponible en españolinglés y catalán

Haz clic en la imagen para descargar el cuaderno completo en PDF.  

También disponible en inglés y en catalán. Haz clic en las imágenes de abajo para descargarlos. 

¡OS DESEAMOS A TODOS UNAS NAVIDADES REPLETAS DE ASOMBRO Y DE REFLEXIÓN!

Cinco años de Wonder Ponder: fiesta y brindis

Ellen Duthie

El pasado 20 de noviembre celebramos nuestro quinto aniversario en el Café María Pandora de Madrid. Estuvimos acompañadas por unas 60-70 amigas y amigos queridos y otros pocos en la distancia, lo sabemos. A los que vinisteis, muchas gracias por celebrarlo con nosotras. Para los que no pudisteis estar, compartimos el breve brindis que hicimos. ¡Chin chin!

BRINDIS DE QUINTO ANIVERSARIO

Cinco años.

En forma de pregunta, que es como nos gusta a nosotras hacer las cosas eso sería ¿cinco años?

Y hay distintas versiones: ¿cinco años ya? Pero si parece que fue ayer… etc.

Y la otra versión: ¿sólo cinco años? Pero si ni siquiera recordamos cómo era la vida antes de Wonder Ponder…

Y es curioso porque el simple hecho de contar: uno, dos, tres, cuatro, cinco, que es lo que se hace cuando celebras un aniversario, hace que se te vaya subiendo lenta pero irremediablemente la idea de que hay que rendir cuentas.

¿5 años y solo 6 libros? Sí, veréis, es que… trabajamos lento, intentamos ser rigurosas, nos gusta desarrollar los libros con tiempo y nos gusta probarlos y pensarlos, dejarlos reposar, mirarlos de nuevo. Sí, ya, pero ¿solo 6 libros en 5 años?

¡Ya sé! ¡Mejor contamos las preguntas!

¡555! En serio, las he contado. Nada más y nada menos que 555 preguntas en 5 años.

Oye, no está mal.

¿Cuántos libros vendidos? No tantos, por solo son 6.

Podemos contar cada idioma como un libro aparte. Las cuatro cajas hay que multiplicarlas por 3 (inglés, catalán y castellano), ya son 12. Los Wonder Ponder mini por 2: ya van 4, más 12, 16.

Y además cada uno de ellos ha sido bastante campeón. 5 ediciones de Mundo cruel. Sí, 5. 5 en 5 años. ¿Qué cuánto es cada tirada? Venga hombre, no seáis crueles. 4 ediciones de Lo que tú quieras, 3 de Yo, persona, de Pellizcame nos arriesgamos con una tirada más grande y seguimos tirando, aunque pronto también habrá que reeditarlo.

Sumando idiomas y ediciones llegamos a una respetable suma total de 24.

24 cuatro libros en 5 años. 555 preguntas. Sí, sí.

¡Y no hemos hablado de los derechos vendidos! Algunos. Ni de talleres con niños y niñas de todos las edades, ni de cursos de formación de profesorado, ni de viajes intercontinentales, nacionales y locales, ni de charlas a bibliotecarias y bibliotecarios, ni de descargables gratuitos para mirar y pensar.

 En total son muchas cosas. Sí hemos hecho cosas en 5 años.

Pero es verdad que en los aniversarios es fácil que te ataque la inseguridad. 

¿Seguimos siendo una promesa? ¿O a los cinco años se deja de ser promesa y se pasa a ser una realidad, se pasa a la fase en la que se esperan cosas de ti? ¡Ay, madre!

¿A cuántos años humanos equivalen 5 años editoriales? ¿Y si la edad no importa? ¿Y si lo importante es cómo la llevas?

¿Nos sentimos jóvenes? ¿O nos sentimos maduras? Algunas más que otras, ambas cosas.

E igual que se mira hacia atrás, en los aniversarios se mira también hacia adelante.

Y ahí nos entra otro sofocón. ¿Es normal tener más proyectos en marcha que proyectos editados?

Una de las cosas para las que sirve cumplir cinco años es para ir entendiendo un poco mejor qué queremos y qué no queremos, qué hay que hacer y qué no tenemos por qué hacer. Qué puede que sea normal pero no tenemos por qué seguir nosotras.

Ahora mismo estamos trabajando en un libro de una colección nueva, también filosófica, pero diferente a las cajas. Un poco al revés que las cajas. Si las cajas recogen, estos libros disparan, o hacen explotar. De un término o concepto hacemos ¡BOOM! y nos dejamos llevar por todos los caminos que nos permita. El primer título de la colección Wonder Ponder Boom! es Hogar, dulce hogar y es una exploración explosiva en toda regla.

También, poquito a poco, vamos trabajando en la próxima caja, que será ya para 2021, y cuyo nombre provisional es QUIEN MANDA AQUÍ, sobre filosofía política.

También nos tiene entretenidas el próximo lanzamiento de nuestra escuela online, Wonder Ponder Academy, el nombre es un poco en broma pero como que da el pego, no? Es cosa seria. El primer curso arrancará en enero.

Y también un proyecto de ficción, con otra ilustradora que se encuentra aquí ahora mismo, con el título OJOS NUEVOS. Una de las cosas que nos apetece mucho hacer es funcionar un poco más como un laboratorio, con proyectos internacionales interesantes y formas de trabajo colaborativo que nos parece que puede aportar muchas cosas interesantes al proceso de creación y al resultado. Todo al mismo paso lento del slow publishing que venimos haciendo desde hace cinco años– como véis usamos la última terminología y en inglés, también para impresionar.

Hacemos cosas. Y son serias.

Pero lo pasamos tan bien que no nos damos ni cuenta.

Hay una cosa mirando atrás y mirándoos a todas las personas que habéis venido a compartir este día con nosotras hoy que sentimos por encima de todo y es agradecimiento. Suena cursi, pero es que es así. Estamos muy muy muy agradecidas. Desde el principio, hemos sido muy conscientes de nuestra suerte por haber topado con personas entusiastas entre amigos, compañeras y compañeros escritores e ilustradores, librerías, medios de comunicación -radio, televisión y prensa escrita-, en bibliotecas, en escuelas, en distribuidoras y en otras editoriales compañeras que nos han alentado y apoyado para seguir adelante en un sector en el que simplemente sobrevivir puede ser toda una hazaña. Así que estos cinco años los celebramos con una buena dosis de agradecimiento también.

Muchas gracias.

¿Puede la filosofía proteger contra el adoctrinamiento?

Ellen Duthie

Este artículo de Ellen Duthie apareció el 20 de noviembre en el blog de Universidad de Padres.

Foto de Winkler + Noah, de una serie de fotos de niños y niñas como marionetas o autómatas.

A menudo parece que la distinción que hacemos entre educación y adoctrinamiento depende de si compartimos o no compartimos los valores que se están tratando de inculcar.

Yo acuso: tú adoctrinas. Yo, al tratar de inculcar los valores que considero deseables de transmitir a niños y jóvenes, educo. Tú, al tratar de inculcar los valores que tú consideras deseable transmitir a niños y jóvenes pero que a mí en cambio me parecen aberrantes, adoctrinas.

En ambos casos, lo llamemos adoctrinamiento del valor ajeno o inculcación del valor propio, el modelo subyacente parece ser un modelo de transmisión de adulto a niño más o menos directa y más o menos fácil de poner en marcha y ejecutar, por el cual el niño incorporaría a su propio sistema de valores y a su propio esquema de actitudes ante el mundo y ante sus congéneres los valores que nos hemos propuesto transmitirle. Lo ideal además es que esta asimilación se produzca con certeza y sin titubeos. Si el niño o niña asimila un valor concreto (u otro) hasta tenerlo muy claro y no tener duda alguna, según este modelo lo consideramos un éxito.

A este modelo acompaña además una idea de niño muy conveniente para la transacción: el niño como recipiente de valores deseables. Es curioso que cuando hablamos de adoctrinamiento solemos hablar de las intenciones perversas del adoctrinador y de los resultados peligrosos para las mentes infantiles y juveniles, y cuando hablamos de educar en valores, solemos poner el foco en las intenciones positivas del adulto o del sistema y de los resultados beneficiosos para las mentes infantiles y juveniles, sin detenernos demasiado en ninguno de los dos casos en pensar en estas mentes infantiles y juveniles como agentes por derecho propio.

¿Pero dónde queda la capacidad de razonamiento de los niños y jóvenes en esta sencilla transacción? ¿Dónde queda su impulso cuestionador? ¿Dónde queda el receptor crítico de ideas, con necesidad de razonar, con dudas, con incertidumbre, con capacidad de escucha y capacidad de cuestionar ideas propias y ajenas?

Si no creamos espacios para la libertad de pensamiento, la exploración de posibilidades e interpretaciones, el análisis de argumentos y el diálogo, el planteamiento de preguntas y la confesión de incertidumbres, si cerramos la posibilidad de la duda, estamos creando las condiciones necesarias para el adoctrinamiento, por muy inconsciente que sea.

Una educación que no adoctrine es necesariamente una educación crítica y una educación crítica que vaya más allá de un pretendido ejercicio de reflexión para llegar a la conclusión deseada desde el principio, es muy difícil de facilitar sin un propósito explícito y un plan claro para articularlo.

Y aquí la filosofía […] tiene mucho que aportar, a cualquier edad.

En la imagen, un agente con voz propia, consciente de que este derecho conlleva también una responsabilidad. Foto de Jason Rosewell tomada de Unsplash

La simple consideración de los niños y jóvenes como agentes con derecho a la razón y voz propia (y por tanto con la responsabilidad de usarla convenientemente) que presupone la propia idea de la práctica filosófica con niños puede tener un efecto si no revolucionario, sí sorprendente.

Una de las reacciones más habituales de madres y padres, maestras y maestros que presencian por primera vez una sesión de diálogo filosófico entre niñas y niños de primaria, por ejemplo, es de sorpresa y asombro, y por varios motivos.

Con las primeras edades, es frecuente que expresen sorpresa ante la capacidad de atención de los niños, el tiempo que están dispuestos a pararse a mirar con detalle y pararse a pensar con cuidado y la consideración casi inmediata de “pensar” como una posible actividad más.

Otros comentarios suelen referirse a la madurez de su reflexión, mostrando a veces asombro ante la complejidad de las apreciaciones y el gusto por detectar matices y sutilezas.

A algunas personas les sorprende la naturalidad y las ganas de abordar temas difíciles o duros y el hambre de indagación y exploración que pueden mostrar.

Y es muy frecuente también mostrarse impresionados con la profundidad de argumentación y razonamiento a la que pueden llegar, incluso alumnas, alumnos, hijos e hijas a los que en otros contextos les cuesta hablar y participar.

La exploración filosófica (no únicamente de temas éticos, también de otras ramas de la filosofía), abre espacios para compartir incertidumbres, para que puedan aflorar dudas de todo tipo y puedan explorarse sin el impulso de tratar de adivinar alguna certeza que se busque transmitir con mal disimulo. Realizada metódica y regularmente, la exploración filosófica puede generar una conciencia de las dimensiones éticas, estéticas y políticas de la vida de los niños y jóvenes.

¿Garantiza esta conciencia una conducta moral acorde con los valores que desearíamos transmitir a nuestros niños y jóvenes? No, como no lo garantiza tampoco el más sofisticado de los adoctrinamientos.

¿Garantiza que nunca podrán ser manipulados por otras personas? Tampoco puede afirmarse esto.

¿Pero proporciona el hábito de reflexión filosófica herramientas para posicionarse de forma crítica ante opiniones y posturas ajenas, vengan de donde vengan y reduce las posibilidades de que sean presas fáciles de adoctrinamiento y manipulación? Posiblemente, sí.

¿Les dota de confianza en sí mismos para ejercer su juicio de forma independiente y para dudarse y cambiar de opinión? Posiblemente, sí.

¿Les hace capaces de articular pensamientos con más claridad y evaluar pensamientos de los demás con más tino? ¿Les habitúa a respetar opiniones distintas a las suyas? ¿Les aporta herramientas para usar la razón en la resolución de desacuerdos? ¿Les inculca el hábito de pararse a mirar, pararse a leer, pararse a preguntar y pararse a pensar antes de emitir el primer juicio que les cruza por la mente? Posiblemente, sí.

¿Son estos valores que la mayoría de nosotros querríamos inculcar en nuestras alumnas, alumnos, hijas e hijos? Rotundamente, sí. ¿O no?

Noviembre de 2019
Ellen Duthie

Ellen Duthie es la autora de nuestra serie Wonder Ponder Filosofía visual para todas las edades y de la serie Wonder Ponder mini de Libros para pararse a mirar.

Este artículo apareció el pasado Día Mundial de la Filosofía en el Blog de la Universidad de Padres.

¿Dónde está mi pregunta filosófica? ¡¿Dónde?! ¡¿Dónde?!

Ellen Duthie

¿Dónde está mi pregunta filosófica? ¡¿Dónde?! ¡¿Dónde?!

Ayer celebramos el Día Mundial de la Filosofía por todo lo alto. Una de las iniciativas que hicimos por primera vez este año fue la de “Preguntas por teléfono”, por el que se nos podia enviar un Whatsapp y nosotras respondíamos con una PREGUNTA IMPOSIBLE DE IGNORAR para explorarla con quien se quisiera o cómo se quisiera para celebrar el Día Mundial.

¿La respuesta? ¡Fue demencial! Recibimos un total de 468 peticiones de preguntas y aunque sentimos el estrés del colapso de la línea, conseguimos responder a cada una de ellas con una pregunta imposible de ignorar.

Una de las cosas más graciosas fueron los mensajes de queja: “¿Dónde está mi pregunta filosófica? ¿Dónde? ¿Dónde? “¿Cuándo la voy a recibir?” “Llevo ya esperando dos horas”... etc.

¿No os encanta que hubiera unas buenas decenas de personas (468 para ser concretas) ansiosas por recibir una pregunta filosófica para explorar con quiénes quisieran? Y de esas decenas, ¿algunas incluso dispuestas a tener rabietas para conseguirlas cuanto antes?

¡DAME MI PREGUNTA FILOSÓFICA YA DE UNA VEZ QUE NO ME PUEDO AGUANTAR MÁS!

Creemos que podemos considerarlo un éxito, ¿no?


Otras cosas que hicimos en torno al dia mundial de la filosofía se refleja en este vídeo, que muestra el resultado de la mañana de diálogos filosóficos en familia: Y tú, ¿qué tienes en la cabeza? (¡la próxima sesión será el 15 de diciembre!)

En la víspera, Ellen Duthie estuvo charlando con Laura Barrachina, en Efecto Doppler, de Radio 3.

Al mismo tiempo, estuvimos de FIESTA de 5º aniversario, celebrando junto a muchos amigos y amigas. Una fiesta realmente bonita y que nos dio energía de sobra para seguir 5 años más.

Nuestra autora Ellen Duthie publicó el artículo ¿Puede la filosofía proteger contra el adoctrinamiento? en el blog de la Universidad de Padres con motivo del Día.

El País dedicó un amplio artículo a Wonder Ponder La filosofía también es cosa de niños, acompañado de una galería para celebrar el Día Mundial de la Filosofía con Wonder Ponder.

En la Universidad de York en Reino Unido, organizaron un evento sobre el Día Mundial de la Filosofía en el Departamento de Educación, donde disfrutaron de acertijos filosóficos, dilemas del prisionero, recetas filosóficas y jugar a Wonder Ponder.

¿Y ahora?

No os preocupéis. ¡No os quedaréis huérfanos de actividades!

Mañana en Salamanca, charla sobre los 5 años de Wonder Ponder en Letras Corsarias.

¿La próxima en Madrid? El 1 de diciembre, a las 12:00 en la FNAC de Callao, un Recital de Filosofía Visual.

¡Leer te da alas! ¿Cómo celebró Wonder Ponder el Día de la Biblioteca?

Ellen Duthie

Hace tres años, en el Dia de la Biblioteca, una maestra del CRA Alto Cabriel de Cañete (Cuenca) celebró de una manera tan maravillosamente wonderponderesca el Día de la Biblioteca, que ganó para su cole el concurso que planteábamos en torno al póster de La Casa de la Real Gana (de nuestro título de Filosofia visual para niños, Lo que tú quieras, de Ellen Duthie y Daniela Martagón).

Desde entonces, la maestra en cuestión, Belén López Villar, impulsora de la biblioteca escolar del centro desde 2001, ha seguido trabajando con Wonder Ponder y con toda la estupenda colección de la biblioteca escolar del centro. Antes de verano, quisimos proponerle una visita de las autoras para agradacerle su trabajo y para disfrutar de la experiencia. ¡Y vaya que si disfrutamos!

Pasamos el día escolar entero en el centro, e hicimos tres sesiones, una con las clases de 2º y 3º de primaria, otra con las clases de 4º, 5º y 6º y otra con todo infantil y primero de primaria.

Los de primaria nos habían preparado una entrevista y nos habían mandado las preguntas de antemano para que las pudieramos preparar, con imágenes y cosas interesantes que decir y que llevar (originales, versiones extranjeras y otras curiosidades). Arrancamos ambos talleres con un mini recital (también conocido como “bombardeo de preguntas”) antes de pasarle la palabra a ellos e invitarles a hacer todas las preguntas que se les ocurrieran en torno a una escena. Los más pequeños disfrutaron de lo lindo de preguntar sobre la escena de Yo, persona de la maestra robótica. Los mayores, preguntaron sin parar sobre la escena de Lo que tú quieras del lector de pensamientos. Luego, disfrutamos todos, nosotras contestando a sus preguntas y ellos haciendonos preguntas nuevas de todo tipo. “¿Qué se os ocurre primero, la imagen o las preguntas?”, preguntó un niño. “¿Quién manda más de las tres?” preguntó otro. “¿Cómo se os ocurren todas las preguntas?”, “¿De dónde sacáis la imaginación?”, “¿Cuando te sale mal un dibujo, Daniela, lo arrugas y lo tiras a la papelera?”. “¿Por qué decidisteis hacer los libros en una caja?” “¿Por qué están las preguntas puestas de esa manera, para que tengamos que girarlas?” “¿Qué otros proyectos tenéis en marcha…?” Y así pasamos la mañana. Una gozada de rato.

Después del recreo, les tocó a los más pequeños. ¡Cómo disfrutamos leyendo Niño huevo perro hueso y Niña gato agua pato! También hicimos un juego muy divertido de lectura de los 8 elementos. Yendo desde el susurro al grito, del grito al susurro, de la nota más baja a la nota más alta, de los sustantivos a las onomatopeyas que los representaban.

Luego leímos también Malacatú, de María Pascual de la Torre, amiga y cohabitante de nuestro estudio, por eso de que la madre del libro guarda cierto parecido con Ellen , y porque en este cole conocen muy, pero que muy bien Malacatú. Nos dio incluso tiempo para hablar un poco de algunas escenas de Mundo cruel. La niña con la hormiga desencadenó historias sobre nuestras propias experiencias de matar hormigas (o las de nuestros padres); la escena de sopa de gato, dio también mucho que hablar, especialmente al levantar varios la mano y asegurar que ellos habian comido sopa de gato. ¿A qué sabe? A fresa. Otro estaba de acuerdo. Pero una niña aseguraba que a limón. Otros aseguraban que el pelo del gato seria un problema para la sopa. Pero otros pensaban que no les gustaría en absoluto probar sopa de gato. Su sopa favorita? De fideos, dijo alguien. Más tragable, sin duda.

¡Nos lo pasamos bomba!

Fue un verdadero gusto. Nos quedan por ver los dibujos que hicieron luego los niños de 4º, 5º y 6º en torno al lema del año, Leer te da alas, sobre la libertad o sobre volar, sin más. ¡Qué ganas de verlos!

La maleta confeccionada en el taller con los niños de 4º, 5º y 6º, repletita de libros sobre libertad y sobre “alas”, metafóricas o literales.

Fiesta en Frankfurt

Ellen Duthie

Raquel Martínez y Ellen Duthie volvimos hace unos días de la Feria del Libro de Frankfurt, en la que por primera vez este año, estaba presente Wonder Ponder, en el espacio Frankfurt Kids, junto a algunos amigos de la Asociación Álbum y otras editoriales independientes.

Pero este post no es para hablar del negocio de la feria, ni sobre posibles y emocionantes ventas de derechos de nuestros libros, ni sobre los estupendos contactos que se hacen en estos macro eventos agotadores pero llenos de personas interesantes con ideas interesantes.

Esto es para hablar de una ¡fiesta!

Antes del verano, recibimos una invitación por parte del editor alemán de Mundo cruel, Markus Weber, de Moritz Verlag, a la fiesta para celebrar el 25 aniversario de esta editorial, que surgió como una filial de la maravillosa editorial francesa L’École des Loisirs y que ha acabado como una editorial con nombre propio, con un cuidadísimo catálogo lleno de fantásticas incorporaciones de autores e ilustradores alemanes y de todo el mundo.

Y nosotras aceptamos la invitación. ¡Sí! ¡Nos gustan las fiestas!

El día de la fiesta, nos pasamos por el stand de Moritz Verlag para saludar al editor y nos alegró descubrir la posición destacada en la que exponía Grausame Welt? (a la versión alemana de Mundo cruel le añadieron una interrogante al final del título). Tras unos minutos de charla, se entiende enseguida por qué. Moritz Verlag es un proyecto editorial que entiende que la solidez de un catálogo se consigue apoyando todos los libros, propios y comprados, para que otros se animen a comprarlo también y que cada uno de los libros pueda tener impacto internacional. Nos dio un ejemplar para que lo lleváramos a nuestro stand y nos despedimos hasta la tarde-noche.

Cuando llegamos a la fiesta, que se celebró en un bar poco pretencioso, pero acogedor, cómodo y agradable, lleno (¿unas 200 personas?) al principio y luego un poco más transitable conforme avanzaba la noche, nos habían preparado unas etiquetas con nuestros nombres, cada una de ellas con una imagen de algún personaje de uno de los libros del catálogo. Fue divertido ir buscando tus parejas de personaje y hablar con ellas.

Hubo champán, sí, pero también cerveza, vino y lo que se quisiera, con alguna cosita para picar al principio (detalle que apreciaron las muchas personas que fueron directamente desde la Feria).

Y entonces Markus Weber se subió al escenario. “Todos ustedes han venido. Eso es muy bonito”, dijo. Y procedió a “contarnos” su editorial. Nos dio un paseo por los libros más emblemáticos de la editorial en estos 25 años, el primero, el primero que ganó dinero… así hasta este año. Pero lo bonito fue cómo los presentó. Leyó en voz alta extractos de cada uno de ellos. ¡Y qué gusto escucharle leer! Con mucha profesión y con muy poca pretensión, nos hizo sentir que Papá nos estaba leyendo un cuento antes de dormir, o antes de comer, o en medio de una fiesta ¡qué importa la hora y el lugar!

Mirando las cubiertas del catálogo de Moritz Verlag hay más de una con personaje de rostro pillo en primer plano, con una expresión que es difícil de mirar sin que te provoque una sonrisa. Y conforme iba transcurriendo la noche, nos fuimos dando cuenta de que el rostro del propio editor, sonriente, que desprendía auténtica emoción en esta celebración, funcionaba a modo de cubierta para toda su editorial. Y daban ganas de leerse el catálogo entero.

Después de la presentación de la editorial, subió uno a uno todo su equipo y al final éstos le sorprendieron con un regalo espectacular: una versión del Das Kleine Museum: “Das Kleine Moritzmuseum”, con ilustraciones y algún texto especialmente preparado para la ocasión.

En esta entrada del Moritzmuseum, Vielfalt (Diversidad, variedad), nos hizo mucha ilusión reconocer, entre otros personajes de la editorial, al pequeño cachorro de león hambriento de Daniela Martagón, escapado de la escena de Mundo cruel.

Por último, subieron Arthur Hubshmid y Louis Delas de L’école de Loisirs. Louis Delas habló del faro que suponía para el espíritu de L’école de Loisirs (y de Moritz Verlag) la figura de Tomi Ungerer, y su capacidad de combinar como nadie la provocación y la ternura. Arthur Hubshmid, tras bromear con que subirse a un escenario después de Markus Weber era como tener que actuar después de Elvis, contó los pre-inicios de la editorial, esos momentos en los que parecía que no acabaría de arrancar nunca y ese éxito y como, a pesar de eso, no dejaron de confiar en Markus Weber y en el proyecto que finalmente logró forjar y dotar de una identidad y entidad propias. Ambos desearon lo mejor para los próximos 25 años de Moritz Verlag.

Y luego, ¡a comer! En la invitación anunciaban que habría bebida, comida y baile, y no mintieron. Hubo bebida, toda la que se quisiera y comida, de esa de hacer cola y esperar al grill -salmón fresco ligeramente ahumado, otro pescado blanco que no llegamos a probar, salchichas alemanas, pollo, ternera y verduras-.

Ya comidos, empezó la música en directo (los músicos, una combinación de alemanes y estadounidenses -la cantante a lo Janis Joplin se lució-) y baile, mucho baile.

Cornelia Krummrich y Bernhard Sbhmidtmann de la librería Tintenherz en Erfurter.

El editor integraba su papel socializador en el baile en forma de ritual curiosamente conectora. Iba y venia del centro, buscando a personas y conectándolas con otras, con una chispa muy divertida y una naturalidad de lo más familiar y cálida. A Ellen de repente se le apareció y le conectó con una pareja de libreros encantadores (Cornelia Krummrich y Bernhard Schmidtmann de la librería Tintenherz de Erfurter) muy fans de Mundo cruel. A falta de alemán por nuestra parte y de inglés por la suya, la conversación arrancó con onomatopeyas: “Grausame Welt? Wow!” dijo Cornelia. “Danke schön”, dijo Ellen, exhibiendo sus dos palabras de alemán. Por fin, llegó Raquel, y pudimos comunicarnos con algo más de fluidez, entre el aleman de Raquel y el español de Bernhard que fue apareciendo tímidamente.

En resumen, una celebración maravillosa, con conversación, risas, buen humor y un ambiente realmente acogedor.

Muchas gracias a Markus Weber y a todo el equipo de Moritz Verlag por la invitación y por acoger a nuestro Mundo cruel con tanto cariño en su catálogo.

Cuando nos fuimos para el hotel, Raquel y Ellen nos miramos y nos dijimos que nada más por esta fiesta, había merecido la pena ir a Frankfurt. Y esto no lo dijimos pero probablemente lo pensamos las dos: “De mayor, nuestra editorial quiere ser así”.

¿Os hemos dicho que se acerca nuestro QUINTO ANIVERSARIO? (Pronto más información).

Libros necesarios y libros no tan necesarios. Ellen Duthie se pregunta si es más necesario hablar sobre la crueldad que sobre la imaginación, la realidad y los sueños

Ellen Duthie

Hace unos meses nuestra autora Ellen Duthie fue invitada a hablar en una de las cálidas, ricas y *necesarias* Tardes de Altamira organizadas por Ediciones Ekaré.

Ellen tituló su charla “En defensa de lo innecesario” y esbozó algunas ideas que le venían rondando la cabeza dede hacía un tiempo.

Las hemos querido compartir aquí, aunque sigan en forma de esbozo, porque pensamos que dan que pensar interesantemente. Se trata de una transcripción, no exacta y con ligeras variaciones de edición, de lo que dijo Ellen.


[…] Este espacio que habéis generado en las Tardes de Altamira es de verdad un lujo, porque justamente es el tipo de espacio donde una se siente que puede hablar de lo que quiera, incluso de cosas de las que no he hablado antes y meterme en berenjenales como tener que prepararme esto a toda prisa. Y es un lujo esa libertad, de no tener que hablar de esto o de aquello, de no estar hablando al servicio de nada, de no tener que asegurarse de incluir una cosa u otra… no te olvides de decir esto, no vayas a decir eso otro…  Se podría decir incluso que con las Tardes de Altamira habéis creado un espacio necesario.

Un espacio adonde se puede venir a hablar de lo que te guste, aunque no sea estrictamente necesario, y aunque de lo que se quiera hablar sea de lo innecesario.

Y quiero señalar, antes de arrancar, que es significativo que haya elegido la palabra “innecesario” en el título en lugar de “inútil”.

Sobre la utilidad de lo inútil hay mucho que leer. Pero de partida recomiendo este librito chiquito que seguro que más de uno conocéis y que te lleva a innumerables lugares dentro de la reflexión sobre lo inútil: La utilidad de lo inútil. Un manifiesto, de Nuccio Ordine.

Pero no solo lo recomiendo yo. En la página de Acantilado, recogen citas sobre el libro de otros autores y de reseñas:

“Un libro necesario…”, dice Roberto Saviano.

“Inteligente y necesario. Imprescindible…” dice Fulgencio Argüelles.

«Un libro oportuno, oportunísimo diría yo, incluso necesario.”, dice Manuel Arranz.

“Un texto combativo, necesario”, añade Emiliano Molina.

¿Quedó claro, no?

En su libro, Ordine advierte que la palabra “Utilidad” en su título “no es la misma en cuyo nombre se consideran inútiles los saberes humanísticos y, más en general, todos los saberes que no producen beneficios”, sino más bien se refiere a la utilidad de aquellos saberes cuyo valor esencial es del todo ajeno a cualquier finalidad utilitarista.

“En el universo del utilitarismo”, dice Ordine, “en efecto, un martillo vale más que una sinfonía, un cuchillo más que una poesía, una llave inglesa más que un cuadro: porque es fácil hacerse cargo de la eficacia de un utensilio mientras que resulta cada vez más difícil entender para qué pueden servir la música, la literatura o el arte”.

Y habla del saber como fin en sí mismo: “Existen saberes que son fines por sí mismos y que – precisamente por su naturaleza gratuita y desinteresada, alejada de todo vínculo práctico y comercial – pueden ejercer un papel fundamental en el cultivo del espíritu y en el desarrollo civil y cultural de la humanidad. En este contexto, dice, considero útil todo aquello que nos ayuda a hacernos mejores.” A este punto volveré más adelante.

Pero quería aclarar que aunque hablaré también sobre lo inútil además de sobre lo innecesario, el foco de la charla no es la inutilidad de lo bello, ni la literatura como algo que no debe ser “para” nada excepto para sí misma, aunque no garantizo que no caiga un comentario sobre ello.

No es una charla sobre la mercantilización del saber, sobre la pragmatización de la educación a costa de las humanidades por el bien del futuro laboral de los estudiantes. No es exactamente eso, digo, y sin embargo, algo tiene que ver también.

[…] ponemos el foco en “lo necesario”, en términos de alimento moral, espiritual y en menor medida, mental.
Este “en menor medida” es importante. 

Aunque lo que me interesa sí guarda cierta relación con la vieja tensión entre lo útil y lo inútil, o con la idea que subyace al progresivo desfinanciamiento y desaparición de las humanidades en determinadas universidades y escuelas, no es la misma tensión. La tensión entre lo necesario y lo innecesario de la que yo quiero hablar esta tarde, creo que es de alguna manera el producto de un intento de realineación de prioridades, donde las personas biempensantes -entre las que me incluyo y me atrevo a incluir bastantes de los que estamos aquí- huimos de la idea de medir el valor de las cosas por su utilidad, en términos económicos o en términos de beneficio inmediato y cuantificable y en cambio ponemos el foco en “lo necesario”, en términos de alimento moral, espiritual y en menor medida, mental. Este “en menor medida” es importante. 

Lo que hace tiempo que vengo pensando es que ese foco en “lo necesario” puede ser problemático, tramposo quizás. Y eso es lo que voy a tratar de plantear aquí.

Y mi planteamiento es tentativo, como una reflexión, un tanto apresurada, en voz alta.

Mi planteamiento es el siguiente.

¿Quiénes de los que estamos aquí pensamos que la educación filosófica debería tener un mayor papel en la escuela en España?

¿Quiénes de los que estamos aquí abogaríamos por más y mejor arte en las escuelas, más y mejor música, más y mejor literatura -lectura y escritura-?

Es decir, en el sentido mercantil, estamos todos muy a favor de lo inútil.

Y lo que sugiero que ha pasado es que puede que no todos nosotros, pero sí muchos, tan a favor de lo inútil, hemos sustituido la idea de “útil” por la de “necesario”.

Un libro “necesario”. “Imprescindible” incluso.

Una película “necesaria”.

A menudo hay una determinada expresión en el rostro que acompaña ese “necesario”, o esa “necesaria”. Bajamos los parpados y los mantenemos un par de segundos más de lo estrictamente necesario para el parpadeo, al tiempo que pronunciamos la palabra: “Es una película [bajada de párpados y pausa] necesaria. ¿No?

Y en general cuando se dice “necesario”, se piensa que ese “necesario” está precisamente en las antípodas del “útil” que tanto nos espanta.

¡El saber no es esclavo de nada! Sobre todo no del capital.

Pero lo que quiero sugerir es que está bastante más cerca de lo “útil” e incluso del capital, de lo que quizás pueda parecer a primera vista.

Y de hecho voy a arrancar hablando de lo útil y lo inútil para luego hablar de lo necesario e innecesario y para que se comprenda mi elección de palabra y que no es el mismo debate, aunque a veces todos los caminos llevan a un sitio parecido.

En mi vida, yo he tenido una relación muy estrecha con lo inútil.

“Un fondo de información inútil” con su nieta.

(No hace falta que hablemos del gorrito, pero el libro es The School, de John Burningham del que escribí amorosa y necesariamente en Lo leemos así.

Mi abuela paterna se refería a sí misma como “a fund of useless information”. Un fondo de información inútil. Claro, lo decía bastante encantada consigo misma. Era de las pocas personas (creo que la única), que he conocido que “hablaba” Latín. Lo había aprendido e incorporado en su cerebro cual lengua viva, al ladito del francés, del malayo que aprendió porque destinaron a mi abuelo a Malasia unos años, y del nada desdeñable poquito de español que aprendió en sus viajes a España. Cuando yo la visitaba de adolescente, habiendo ya empezado a estudiar yo Latín en el instituto, a veces me la soltaba, esa conversación latina, a la hora del desayuno para ver cómo iba. Y efectivamente, aunque en ella no estuviera muerto, el Latín a la hora de desayunar servía mal de vehículo de comunicación. Me preguntaba que qué tal el huevo pasado por agua en latín ”ovum sapidum est?” o algo por el estilo, y yo le miraba, poniéndole ojitos de esfuerzo cognitivo inútil. Efectivamente, era un ejercicio bastante inútil pero me intrigaba y me fascinaba que pudiera charlar en Latín como si nada. En cierto sentido, me parecía inútil pero deseable. Inútil pero “cool”. Guay.

También retenía, coleccionaba creo, nombres, datos, fechas, poemas enteros en inglés y en otros idiomas que no eran el suyo. ¿Y todo ello para qué? Ella misma lo decía, y se reía. ¿Para qué? Y entonces me parecía divertido también.

Otro día, yo tendría unos 11 años, mis abuelos me preguntaron para qué creía yo que servían los abuelos. No los veía mucho y siempre había una extraña formalidad en la relación. Cuando hablaban con los nietos era más como someternos a una entrevista que como mantener una conversación. En esa ocasión, a mí la verdad es que los abuelos me parecían como la literatura; no me parecían el tipo de cosa, la categoría, que entrara en elementos que “sirven”; que eso lo reservaba yo para objetos como sartenes y sacacorchos. Y se lo dije. Pero enseguida me ayudaron: los abuelos sirven para enseñar a morir. Oh! Dije yo. Que… ¿bien? Debo decir que en aquel momento ninguno de los dos estaba remotamente cerca de la muerte. Y quizás esa fue mi primer contacto con una acepción de “utilidad” no utilitarista.

Aparte de mi abuela, tengo la suerte de haber nacido en un hogar donde todo el mundo se dedicaba a cosas irremediable y gozosamente inútiles como escribir.

Cuando llegó la hora de solicitar plaza en universidades, yo llevaba dos años contestando robóticamente que iba a estudiar Derecho (inicialmente, lo confieso, por influencia de una serie de televisión: La Ley de los Ángeles, pero posteriormente simplemente por comodidad: así tenía una respuesta preparada que no generaba mucha charla posterior: ah, muy bien y ya, perfecto para el nivel de tolerancia a comentarios de una adolescente). Cuando llegó la hora, mis padres se sentaron conmigo y me preguntaron muy seriamente: ¿pero a ti qué te interesa? La filosofía, dije sin dudar ni un momento. ¡Pues estudia eso! Me recomendaron con deliciosa y lógica sensatez o irresponsable insensatez, según se mire.

Para toparme con la reacción de pensar que aquello era una irresponsable insensatez tenía que salir fuera de casa y no siempre venía de los adultos. Si decir que ibas a estudiar filosofía provocaba más de un arqueo de cejas, decir que ibas a estudiar Filosofía mental (así se llamaba en aquel entonces la carrera de filosofía en Edimburgo, desembocaba en un pitorreo sin miramientos. Sobre todo muchos comentarios en la línea de "¿y eso qué salidas tiene?" "¿y eso para qué sirve?" Esto es algo a lo que en general estamos acostumbradas las personas que optamos por estudiar filosofía: la visión de que es algo absolutamente alejado del mundo real y cualquier cosa menos urgente o necesario.  ¡Con la de cosas que hay que hacer! La filosofía, como mucho, sería un capricho para cuando todo está hecho. Y como nunca está hecho todo, pues ahí se queda y se va alejando poco a poco, desapareciendo del currículo educativo y de la vida pública para hacer sitio a lo útil, pero también a lo "absolutamente necesario e imprescindible".

Con estos antecedentes, lo normal sería que cuando en Wonder Ponder leemos descripciones de nuestros libros que incluyen las palabras "necesario" o "imprescindible", nos sintiéramos principalmente halagadas y vindicadas. Y aunque en cierto sentido efectivamente resulte halagador, en otros sentidos nos incomoda y nos deja insatisfechas. Trataré de explicar por qué.

Y aunque en cierto sentido efectivamente resulte halagador [que describan nuestros libros como “necesario” o “imprescindibles”],
en otros sentidos nos incomoda y nos deja insatisfechas. 

Hasta la fecha, hemos publicado cuatro títulos en la serie de Filosofía visual para niños y no tan niños de Wonder Ponder. Mundo cruel es una invitación a reflexionar sobre la crueldad, Yo, persona es una invitación a pensar sobre la identidad: quién somos y qué somos. Lo que tú quieras es una invitación a reflexionar sobre la libertad. Y Pellízcame, es una invitación a pensar sobre la realidad, la imaginación y los sueños. Las autoras de todos somos yo y la ilustradora Daniela Martagón.

Dos de ellos (Mundo cruel y Lo que tú quieras) invitan principalmente a reflexionar sobre cuestiones pertenecientes a las ramas filosóficas de la ética y otros dos (Yo, persona y ¡Pellízcame!) entrarían más en la rama de la metafísica, aunque en los cuatro casos haya ramificaciones de interconexión entre disciplinas, como suele ser el caso.

La idea es invitar a lectores de todas las edades a participar en una indagación en cada tema a partir de escenas pensadas y concebidas para provocar asombro, juicio, dudas y preguntas. Invitar a pensar.

 ¿Un proyecto necesario? Así en general, parecería que entraría en esa categoría. Un proyecto muy necesario.

 Pero aunque cuando en los medios y en los blogs se refieren al proyecto entero, a menudo salen las palabras “necesario” o “imprescindible”, si nos fijamos en cuáles de los libros concretos se suelen describir con estos adjetivos, encontramos un patrón curioso.

 ¿Cuáles de los cuatro títulos creéis que reciben mucho más habitualmente el adjetivo “necesario”?

 ¿CRUELDAD?

¿IDENTIDAD O PERSONAS O ROBOTS?

¿LIBERTAD?

¿O REALIDAD, IMAGINACION Y SUEÑOS?

 Con una diferencia considerable, Mundo cruel es el que con mayor frecuencia se describe como “necesario”, seguido de Lo que tú quieras. Los dos más éticos, en el caso de Lo que tú quieras algo de “político” también, se consideran “necesarios”. Los dos más metafísicos, como que un poquito menos.

Llevo un tiempo coleccionando instancias de descripciones de libros como “necesarios” y hay un índice apabullantemente alto de libros sobre la guerra, sobre refugiados, sobre género, sobre temas difíciles. Otros libros de otras temáticas reciben otros adjetivos. “Interesante”, “novedoso”…. Pero no necesariamente necesario. Entonces, si nos tomáramos al pie de la letra ese “necesario” y corriéramos a leérnoslos todos, nos pasaríamos el día leyendo sobre un número bastante reducido de temas. ¿Es posible que resulte limitador, sin pretenderlo, el adjetivo “necesario”?

 En el caso de Wonder Ponder, es probable que la explicación tenga varios otros factores. Por un lado, existe una relativa aceptación de la idea de ética para niños (quizás acompañada, aunque en mucho menor grado por la aceptación de la idea de la filosofía política para niños) y una más difícil aceptación de las ramas de la filosofía consideradas más elevadamente teóricas, como la epistemología, la metafísica o la lógica, pero también de la estética, considerada desde fuera más "difícil" o "abstracta". Y ¿por tanto? menos apta para niños.

Pero también hay un elemento de jerarquización de lo que nos parece más importante para el mundo y más importante compartir con niños que a mí me parece preocupante y que creo que empieza a retornar por el camino de lo útil frente a lo inútil.

Estoy convencida de que hay cierto sentido en que la razón de que Yo, persona y Pellízcame no sean descritos con tanta frecuencia como necesarios es porque la ética se considera más relevante, o más importante, que la metafísica.

Claro, no es nueva esta tensión entre filosofía pura y filosofía aplicada, la encontramos en Platón y Aristóteles la trata de resolver, apelando al valor intrínseco del saber. Lejos de ser nueva, realmente es otra formulación de lo útil / inútil, y esto es lo que me preocupa.

Wonder Ponder no es una editorial de ética visual para niños, sino de filosofía visual para niños (niños y niñas, sí). Pero aunque cuando se habla de filosofía, se nos llena la boca de “necesario”, a la hora de concretar qué filosofía nos parece más necesaria, parece que algunos lo tienen claro.

Y me parece preocupante porque si nos limitamos a dar a los niños lo que percibimos como “necesario” o “imprescindible”, excluimos el gozo por la literatura y el gozo por la filosofía. El placer de pensar. Se excluye, por ejemplo, el aspecto de juego que tienen algunos temas metafísicos. Es la tiranía de "lo necesario" o de "lo imprescindible". 

¿No tendrán derecho los niños a disfrutar de cosas totalmente prescindibles, aprender a distinguirlas de las imprescindibles por sí mismos, y aprender que si reducimos la vida a lo necesario e imprescindible, puede quitarle bastante alegría al asunto?

Esa sustitución de lo suciamente útil por lo elevadamente necesario no se sucede con facilidad. Y es fácil que ocurran estas cosas.

La ética para niños, por ejemplo, es más o menos integrable en el movimiento de la educación emocional o de la educación en valores (que prácticamente se han reducido la una a la otra -esto daría para otra conferencia-). Dicho de otro modo, desde ese movimiento, se ve la ética para niños como un amigo de la causa, como parte de lo "necesario" e "imprescindible" que debemos dar a nuestros niños en su educación.

Esa sustitución de lo suciamente útil por lo elevadamente necesario no se sucede con facilidad.

La moda de la educación emocional y de la inteligencia emocional, que en un principio surgió a partir de una constatación certera de que en la escuela el aspecto del desarrollo emocional y social de los niños estaba enteramente supeditado al desarrollo académico, medible y convertible  en fichas-píldora tras el cual todos los agentes podían  sacudirse las manos -hemos cumplido-, se ha convertido ahora, habiendo sido engullido por el mismo sistema que lo ignoraba y vertido en una tras otra serie de fichas o fórmulas más, en el principal enemigo de la diversidad y creatividad en los contenidos y materiales educativos, y en los libros -la literatura- que se ofrecen a los niños.  

Las emociones han sido secuestradas e incorporadas a un sistema que las considera necesarias y que las ha convertido en un mercado boyante. Ahí está de nuevo el capital.

Y en ese proceso es donde se ve envuelto nuestro Mundo cruel, pobrecito, tan necesario e imprescindible. Porque, se entiende, que es muy importante hablar de ética con los niños, como parte de su educación emocional. 

En esa sustitución de lo útil por lo necesario, enseguida el mercado lo fagocita y lo convierte en único. Toma esto y un poquito más de esto. Uno de los peligros de ir solo a por lo necesario.

 ¿Será “necesario” el nuevo “útil”?

Hagamos por que no lo sea.
Primero, no usemos el adjetivo en vano.

O reduzcamos su uso de forma que lo alejemos de lo útil, de lo santurrón y de lo susceptible de ser secuestrado comercialmente. ¿Quizás baste con recurrir a una variedad más amplia de adjetivos?

Se aceptan sugerencias. Gracias.

La cotidianeidad como juego

Ellen Duthie

Compartimos esta estupenda reseña de Clara Berenguer, que apareció esta semana en Valencia Plaza.. La hemos traducido para disrfrute de todos, aunque podéis ver la reseña original aquí.

Niña, gato, agua, pato. La cotidianeidad como juego.

Wonder Ponder sigue sorprendiendo a los lectores más pequeños con la presentación de una colección con contenidos originales e innovadores y la estética que los caracteriza

23/07/2019 -

VALENCIA. Ellen Duthie, Raquel Martínez y Daniela Martagón crearon en 2014 una editorial insólita tanto por sus propuestas como por su funcionamiento como laboratorio de ideas experimentales. Ahora, después de la buena acogida de las cajas de filosofía visual para niños para acercarlos a alguna de las preguntas que plantea esta ciencia del pensamiento de una manera divertida, nos sorprenden con una iniciativa nueva pero en total consonancia con el fondo de su catálogo: Wonder Ponder Mini. Se trata de una colección pensada especialmente para los más pequeños, editada en formato reducido y cartoné, que se inicia con la presentación de dos títulos que se centran en una serie de escenas cotidianas protagonizadas solo por cuatro personajes o elementos . Sin embargo, cualquier adulto con ganas de pasarlo bien y sin prejuicios, está también invitado.

 Es sin duda la conjunción de la capacidad creativa del tándem artístico formado por Ellen Duthie y Daniela Martagón la responsable de unos productos literarios y lúdicos francamente subversivos. Niña, gato, agua, pato (Wonder Ponder 2019), donde coinciden de nuevo en la autoría, es un álbum donde se mezclan de forma aleatoria e ingeniosa unos protagonistas que terminan por desencadenar acciones inesperadas y, sobre todo, cargadas de humor. Una obra que, como era de esperar, huye de cualquier convencionalismo editorial e invita a la observación a partir de un reto de agudeza visual y del juego con las palabras, estimulando la reflexión y la perspicacia del lector, transformando situaciones rutinarias en momentos extraordinarios.

Llega la hora del baño y una niña, un gato, un pato y mucha agua aparecen en escena. Se imaginan cuántas cosas diferentes pueden pasar? Esta es la premisa con la que comienza una historia disparatada donde los únicos cuatro componentes del título son enumerados uno tras otro en la página de texto de la izquierda, mientras que la ilustración de la derecha los representa en lugares sucesivamente intercambiados. Por consiguiente, el libro pide fijarse atentamente en la imagen para entender todas las situaciones de baño que se exponen; unas posibilidades, por otra parte, bien absurdas y delirantes. La clave se encuentra, por tanto, en la exploración de los cambios en la imagen, enmarcada en un cuadrado y con una equilibrada sencillez compositiva.

Paral·lelament, el text, amb una certa inspiració en el joc de les cadires musicals, avança mitjançant tota una sèrie de recursos lingüístics que enriqueixen la lectura en veu alta i la interpretació, com ara l’embarbussament de les paraules i l'al·lusió, en ocasions, dels quatre elements amb l’onomatopeia que els correspon: «Hihihi, hahaha», «qüec-qüec», «meu» i «xof». Altrament, la paraula «CANVI!!» al final de cada escena, esdevé l’exclamació oportuna que impulsa a passar la pàgina sense pausa ni espera fins que el mot «APLAUDIMENTS!» marca l’acabament de la història amb els quatre elements que se situen de front i saluden descaradament el lector tot trencant els límits de la superfície de la imatge. 

L’agosarament editorial a l’hora de publicar un àlbum que s’allunya de moltes de les tendències més comercials s’enfronta, però, a un inconvenient lingüístic del qual ens alerta en la seua crítica Teresa Colomer. Amb una traducció de Bel Olid, qui també ha col·laborat en la resta de projectes de Wonder Ponder, cal assenyalar que aquesta versió no és sonorament tan encertada ni presenta una rima tan exacta com «niña, gato, agua, pato». Cal reconéixer que aquest és veritablement un repte difícil d’aconseguir però, tot i això, s’han d’aplaudir sempre les publicacions infantils tan trencadores com aquesta que presenten una estètica acurada i un gust pels detalls exquisit, com ara el llom, que, he de confessar, em té fascinada.

Paralelamente, el texto, con cierta inspiración en el juego de las sillas musicales, avanza mediante toda una serie de recursos lingüísticos que enriquecen la lectura en voz alta y la interpretación, como el trabalenguas de las palabras y la alusión, en ocasiones, de los cuatro elementos con la onomatopeya que les corresponde: «jijiji, jajaja», «cuac-cuac, «miau» y «splash». Por otra parte, la palabra «¡CAMBIO !!» al final de cada escena, se convierte en la exclamación oportuna que impulsa a pasar la página hasta que la palabra «APLAUSOS!» marca la finalización de la historia con los cuatro elementos de frente, que saludan descaradamente el lector rompiendo las fronteras de la imagen.


[…] Se deben aplaudir siempre las publicaciones infantiles tan rompedoras como ésta que presentan una estética cuidada y un gusto por los detalles exquisito, como el lomo, que , debo confesar, me tiene fascinada.

Ver reseña original aquí.

Compartimos esta estupenda reseña de Clara Berenguer, que apareció esta semana en Valencia Plaza.. La hemos traducido para disrfrute de todos, aunque podéis ver la reseña original aquí.

Niña, gato, agua, pato. La cotidianeidad como juego.

Wonder Ponder sigue sorprendiendo a los lectores más pequeños con la presentación de una colección con contenidos originales e innovadores y la estética que los caracteriza

23/07/2019 -

VALENCIA. Ellen Duthie, Raquel Martínez y Daniela Martagón crearon en 2014 una editorial insólita tanto por sus propuestas como por su funcionamiento como laboratorio de ideas experimentales. Ahora, después de la buena acogida de las cajas de filosofía visual para niños para acercarlos a alguna de las preguntas que plantea esta ciencia del pensamiento de una manera divertida, nos sorprenden con una iniciativa nueva pero en total consonancia con el fondo de su catálogo: Wonder Ponder Mini. Se trata de una colección pensada especialmente para los más pequeños, editada en formato reducido y cartoné, que se inicia con la presentación de dos títulos que se centran en una serie de escenas cotidianas protagonizadas solo por cuatro personajes o elementos . Sin embargo, cualquier adulto con ganas de pasarlo bien y sin prejuicios, está también invitado.

 Es sin duda la conjunción de la capacidad creativa del tándem artístico formado por Ellen Duthie y Daniela Martagón la responsable de unos productos literarios y lúdicos francamente subversivos. Niña, gato, agua, pato (Wonder Ponder 2019), donde coinciden de nuevo en la autoría, es un álbum donde se mezclan de forma aleatoria e ingeniosa unos protagonistas que terminan por desencadenar acciones inesperadas y, sobre todo, cargadas de humor. Una obra que, como era de esperar, huye de cualquier convencionalismo editorial e invita a la observación a partir de un reto de agudeza visual y del juego con las palabras, estimulando la reflexión y la perspicacia del lector, transformando situaciones rutinarias en momentos extraordinarios.

Llega la hora del baño y una niña, un gato, un pato y mucha agua aparecen en escena. Se imaginan cuántas cosas diferentes pueden pasar? Esta es la premisa con la que comienza una historia disparatada donde los únicos cuatro componentes del título son enumerados uno tras otro en la página de texto de la izquierda, mientras que la ilustración de la derecha los representa en lugares sucesivamente intercambiados. Por consiguiente, el libro pide fijarse atentamente en la imagen para entender todas las situaciones de baño que se exponen; unas posibilidades, por otra parte, bien absurdas y delirantes. La clave se encuentra, por tanto, en la exploración de los cambios en la imagen, enmarcada en un cuadrado y con una equilibrada sencillez compositiva.

Paral·lelament, el text, amb una certa inspiració en el joc de les cadires musicals, avança mitjançant tota una sèrie de recursos lingüístics que enriqueixen la lectura en veu alta i la interpretació, com ara l’embarbussament de les paraules i l'al·lusió, en ocasions, dels quatre elements amb l’onomatopeia que els correspon: «Hihihi, hahaha», «qüec-qüec», «meu» i «xof». Altrament, la paraula «CANVI!!» al final de cada escena, esdevé l’exclamació oportuna que impulsa a passar la pàgina sense pausa ni espera fins que el mot «APLAUDIMENTS!» marca l’acabament de la història amb els quatre elements que se situen de front i saluden descaradament el lector tot trencant els límits de la superfície de la imatge. 

L’agosarament editorial a l’hora de publicar un àlbum que s’allunya de moltes de les tendències més comercials s’enfronta, però, a un inconvenient lingüístic del qual ens alerta en la seua crítica Teresa Colomer. Amb una traducció de Bel Olid, qui també ha col·laborat en la resta de projectes de Wonder Ponder, cal assenyalar que aquesta versió no és sonorament tan encertada ni presenta una rima tan exacta com «niña, gato, agua, pato». Cal reconéixer que aquest és veritablement un repte difícil d’aconseguir però, tot i això, s’han d’aplaudir sempre les publicacions infantils tan trencadores com aquesta que presenten una estètica acurada i un gust pels detalls exquisit, com ara el llom, que, he de confessar, em té fascinada.

Paralelamente, el texto, con cierta inspiración en el juego de las sillas musicales, avanza mediante toda una serie de recursos lingüísticos que enriquecen la lectura en voz alta y la interpretación, como el trabalenguas de las palabras y la alusión, en ocasiones, de los cuatro elementos con la onomatopeya que les corresponde: «jijiji, jajaja», «cuac-cuac, «miau» y «splash». Por otra parte, la palabra «¡CAMBIO !!» al final de cada escena, se convierte en la exclamación oportuna que impulsa a pasar la página hasta que la palabra «APLAUSOS!» marca la finalización de la historia con los cuatro elementos de frente, que saludan descaradamente el lector rompiendo las fronteras de la imagen.


[…] Se deben aplaudir siempre las publicaciones infantiles tan rompedoras como ésta que presentan una estética cuidada y un gusto por los detalles exquisito, como el lomo, que , debo confesar, me tiene fascinada.

Ver reseña original aquí.

Echa un vistazo más de cerca a Niña gato agua pato en este vídeo de un amigo lector de tres años leyéndolo:

Niño huevo perro hueso y Niña gato agua pato van dando que hablar, (y que escribir y que fotografiar)

Ellen Duthie

El Heraldo de Aragón. 23.05.2019
Julia Millán

Bajo la aparente sencillez de sus cuatro elementos activan el desarrollo inteligente de la percepción y sobre todo poseen un enorme componente lúdico para compartir entre primeros lectores y adultos.


El Cuentahilos, con Samuel Alonso Omeñaca
M21 Radio
22.05.2019


Donde viven los monstruos LIJ
Román Belmonte

Niña gato agua pato y Niño huevo perro hueso, incluidos en la selección de boardbooks 2018-2019

Ellen Duthie y Daniela Martagón. Niño huevo perro hueso / Niña gato agua pato. Wonder Ponder. (***) Los dos primeros títulos (o eso espero, que no acabe aquí) de la serie de boardbooks de Wonder Ponder, ese proyecto de filosofía para niños del que hemos hablado en varias ocasiones, nos aproxima a un universo surrealista pero con mucha chicha que parte de dos situaciones bien cotidianas. Llenos de humor, cada doble página divierte y pregunta a partes iguales. ¿Qué pasa ahí? Cada cuál que busque sus respuestas, es en lo que consiste la lectura.


¡Hemos detectado cierto gusto por componer bodegones con estos dos libritos! Este fue el primero.

El Petit Tresor
Librería, Vic.

Wonder Ponder mini nos ha fascinado. Los definen como “libros para pararse a mirar”. Si, eso y todo lo demás: invitar al niño, através de estructuras linguísticas juguetonas y un conjunto de elementos visuales en movimiento, a ver e imaginar situaciones de la vida cotidiana que pueden llegar a ser extraordinarias, que se transforman y que provocan una reacción inmediata.


Punto e coma
Librería en Ourense.

Recién llegado el nuevo proyecto de Wonder Ponder.
“Niña gato agua pato” y “Niño huevo perro hueso”, dos libros dirigidos a niños de hasta 5 años (aunque a nosotros también nos gusta). son un renovado ejercicio de estilo para peques digno del mismísimo Queneau. Divertido, sencillo y bonito a partes iguales. ¡Bravo!
#puntoecoma #libro #libros #ourense #carballo #galicia


Retahilo.
Caja-cesta para la llegada de un bebé.


¡Otra composición bodegonesca!

Carolina Lesa Brown.

Lo de “mini” es muy relativo.


¿Qué están leyendo las chicas en segundo plano?

¡Y más! ¡Y más!

¡Gracias a todos por el entusiasmo! ¡Estamos muy contentas!

Por último, para los que os perdisteis la fiesta de presentación, aquí un videíto de resumen:

Wonder Ponder mini, en la radio

Ellen Duthie

Ayer Ellen Duthie y Raquel Martínez estuvieron en la radio, en El Cuentahílos (M21 Radio), con Samuel Alonso Omeñaca, charlando sobre el lanzamiento de la nueva colección de Wonder Ponder para primera infancia: Wonder Ponder mini.

Disfruten de la entrevista aqui:

¡Te queremos, LO QUE TÚ QUIERAS!

Ellen Duthie

Como hemos mencionado ya un par de veces recientemente, por ejemplo aquí y aquí, estos días estamos tan emocionadas con la nueva colección de libros para primera infancia que a veces se nos olvidan otras cosas importantes que están pasando estos días.

¡Te reimprimimos por cuarta vez, querido LO QUE TÚ QUIERAS (¡cuarta)!

Entre las ediciones en castellano, en inglés y en catalán publicadas en España. la argentina en ediciones Iamiqué (gracias a nuestra querida agente, Claudia Bernaldo de Quirós) ya van unos pocos de miles ejemplares vendidos.

Nos diste además una gran alegría con tu Premio del Banco del Libro, cuando fuiste seleccionado como uno de “Los Mejores del 2018” y apareciste en muchas selecciones de “los mejores de” de España y Latinoamérica.

Hoy queremos celebrar tus cuatro ediciones como te mereces, compartiendo algunos de los artículos y reseñas que hablan de ti y que más nos han gustado, como esta en Librojuegos o esta otra de Carola Martínez en Donde viven los libros o esta, de Marta Larragueta en Literatil.

Caja y tarjetas de Lo que tú quieras, de Ellen Duthie y Daniela Martagón

Eres un caso particularmente bonito, porque parte de tus inicios se encuentran en una exposición preparada para unos talleres con niños y niñas desde los 5 a los 12 años en la Sala Alcalá 31, para la Comunidad de Madrid. (Todas las imágenes son de Daniela Martagón).

Y poco después de tu publicación, saliste de tu caja y te volviste a colocar en otras paredes, en una exposición en El Paso en Estados Unidos, en la frontera con México.

También has generado algunas de las actividades más bonitas en escuelas que hemos visto. Echad un vistazo a esta entrada del blog de una maravillosa maestra que hace virguerías con los títulos de Wonder Ponder en el aula.

Y para terminar, si hubiera alguien cotilleando esta correspondencia privada entre autoras y libro, dejamos un vídeo que permite asomarse un poco al interior.

No sientas celos ni de MUNDO CRUEL, ni de YO, PERSONA, nuestro querido LO QUE TÚ QUIERAS. Eres exactamente lo que siempre quisimos y más.

Ellen, Daniela y Raquel

P.D. ¿Adónde nos íbamos sin compartir tu señor póster: La casa de la real gana.? ¿Cuántos personajes de literatura infantil (y no solo) sois capaces de encontrar?

Póster incluido en Lo que tú quieras, de Ellen Duthie y Daniela Martagón.

Nueva colección Wonder Ponder MINI. Libros para pararse a mirar

Ellen Duthie

 

Es una enorme alegría poder presentaros estos dos Libros para pararse a mirar con los que en Wonder Ponder inauguramos nuestra nueva colección para primera infancia, Wonder Ponder MINI, que se lanzará esta semana en España, tanto en castellano como en catalán.

Niño huevo perro hueso y Niña gato agua pato son dos libros hermanos que comparten reglas de juego: cuatro elementos, un solo escenario y ¡a combinar!

Ellen Duthie y Daniela Martagón, el mismo tándem responsable de nuestra serie de Filosofía visual para niños, han creado en esta nueva colección y con estos libros aparentemente sencillos una serie de variaciones de un juego inteligente, fresco y cómico que provoca risas y gritos de “¡otra vez! ¡otra vez!” tanto en adultos como en niños.

Ambos libros son trabalenguas y también un poco “traba-ojos” e incorporan además elementos de varios juegos diferentes. Tienen algo de “busca las diferencias”, un poco de cucutrás, otro poco de escondite inglés y un mucho de juego de combinaciones.

Arriba os mostramos las dos primeras páginas de Niño huevo perro hueso. ¿Qué otras cosas creéis que pueden pasar? ¿Habrá algún peligro? ¿Alguna risa? ¿Algún aplauso al final?

Cómo surgió la idea
Hace ya unos tres años que nos empezó a rondar por la cabeza la idea de hacer algo que girara en torno a pequeñas variaciones sobre una misma escena. Buscábamos crear algo que impeliera a los lectores a fijarse bien para comprender los cambios, reír y entrar al juego. A mirar, jugar y pensar.

Estas dos primeras páginas de Niña gato agua pato promete una acción similar al de su libro hermano, pero ¡atención! porque aún no han entrado las onomatopeyas. ¡Miaaaaaau! ¡Cuac-cuac! ¡Splash! ¡Jajaja!

Nos interesa mucho jugar con diferentes maneras de ofrecer en nuestros libros posibilidades de comparación. Fijarse bien en una cosa es interesante, pero fijarse en dos y en las diferencias entre ambas es más activo y todavía más gratificante porque ofrece una sensación de comprensión más consciente. Muchos de los juegos de niños pequeños se basan en estas comparaciones y aprender a leer imágenes también tiene mucho de esto. La comparación y la percepción del cambio, la incongruencia y la sorpresa también están en la raíz del humor y nos gusta mucho jugar con esto.

Le dimos muchas vueltas a la idea buscando la mejor forma de materializarlo -el proyecto pasó por fases en las que mutó, desde ser un puzle de cubos de madera, a una app, pasando por varios inventos más, antes de convertirse en lo que tenía que haber sido desde el principio: un libro (dos).

¡Nos morimos de ganas de que los descubráis y de que los disfrutéis!

Descubre más sobre la muy particular hora de comer en Niño huevo perro hueso aquí.

Descubre más sobre la sonora hora del baño en Niña gato agua pato aquí.

Para librerías en España: ya pueden hacer pedidos a Feran distribuciones al email pedidos@feran.es o al teléfono 916 597 350.

Fiesta-presentación
Aprovechamos para recordar que el próximo martes 21, a las 19:30, en la Librería La Sombra de Madrid (Calle San Pedro, 20), habrá una fiesta-presentación para celebrar el lanzamiento de la nueva colección y la llegada de estos dos libros. Contaremos con la presencia de Beatriz Sanjuán y del equipo de Wonder Ponder al completo.

[Esta será una presentación para público adulto (en breve anunciaremos actividades para público infantil)].
Será una oportunidad para leer y hablar de lecturas, para contar el lento proceso desde la idea original hasta el resultado final de estos libros, para desvelar algunos de los libros que las autoras leyeron y mordisquearon en su primera infancia y que podrían haberse colado entre sus influencias en estos libros, para pensar en algunas de las cosas a tener en cuenta (o no) a la hora de editar para primera infancia, para enmarcar esta nueva colección dentro de la trayectoria de Wonder Ponder y para que los asistentes nos pregunten todo lo que quieran.

Hacemos pocos libros al año, porque somos una editorial “lenta”. Por eso cada una de nuestras presentaciones son todo un acontecimiento para nosotras (y procuramos que también lo sean para las personas que asisten).

¿Hemos dicho que habrá vino y picoteo?

¡Nos encantaría que nos pudieras acompañar!

PRESENTA: La especialista en lectura compartida con la primera infancia Beatriz Sanjuán
CON LAS AUTORAS: Ellen Duthie y Daniela Martagón
Y LA EDITORA: Raquel Martínez Uña

 

Libros para pararse a mirar

Querido YO, PERSONA

Ellen Duthie

Querido YO, PERSONA:

Como decíamos el otro día, estos días estamos tan emocionadas con la nueva colección de libros para primera infancia que a veces se nos olvidan otras cosas importantes que están pasando estos días.

¡Te reimprimimos por cuarta vez, querido YO, PERSONA (¡cuarta)!

Entre las ediciones en castellano, en inglés y en catalán publicadas en España. la surcoreana (Marubol Publications) y la mexicana (Ediciones Sexto Piso) (gracias a nuestra querida agente, Claudia Bernaldo de Quirós) ya van unos pocos de miles ejemplares vendidos.

Aunque muchas madres, muchos padres, muchos profes y muchos bibliotecarios se lanzan más a por los títulos de la serie con temática más ética, tú, tan metafísico tú, eres el favorito de muchas niñas y niños.

Hoy queremos celebrar tus cuatro ediciones como te mereces, compartiendo algunos de los artículos y reseñas que hablan de ti y que más nos han gustado, como este artículo de Nuria Barrios en Babelia, esta reseña de Adolfo Córdova en su blog Linternas y Bosques, o este artículo en la Revista HASER, de Jorge Sánchez Manjavacas.

También has generado algunas de las escenas más fascinantes realizadas por niñas y niños en nuestros talleres. Esta escena de un robot pianista tocando con sentimiento es una de nuestras favoritas de todos los tiempos. ¿Pagaríamos por ir a un concierto de este robot?

Una escena concebida e ilustrada por Andrea, de 11 años a partir de diálogos sobre personas y robots.

Y para terminar, si hubiera alguien cotilleando esta correspondencia privada entre autoras y libro, dejamos un par de vídeos. El primero que te muestra un poco por dentro:

Y el segundo, que saca de tu caja una de tus escenas, de un partido de fútbol entre robots con público humano (o al menos “persona”) en las gradas y la convierte en vídeo preguntón:

No sientas celos de MUNDO CRUEL, querido YO, PERSONA. Como dicen los monstruos de Sendak a Max: ¡Te comeremos! ¡Te queremos tanto!

Ellen, Daniela y Raquel

Ay, y no nos podíamos ir sin compartir tu póster :)

Póster incluido en Yo, persona, de Ellen Duthie y Daniela Martagón.