La cotidianeidad como juego
Ellen Duthie
Compartimos esta estupenda reseña de Clara Berenguer, que apareció esta semana en Valencia Plaza.. La hemos traducido para disrfrute de todos, aunque podéis ver la reseña original aquí.
Niña, gato, agua, pato. La cotidianeidad como juego.
Wonder Ponder sigue sorprendiendo a los lectores más pequeños con la presentación de una colección con contenidos originales e innovadores y la estética que los caracteriza
23/07/2019 -
VALENCIA. Ellen Duthie, Raquel Martínez y Daniela Martagón crearon en 2014 una editorial insólita tanto por sus propuestas como por su funcionamiento como laboratorio de ideas experimentales. Ahora, después de la buena acogida de las cajas de filosofía visual para niños para acercarlos a alguna de las preguntas que plantea esta ciencia del pensamiento de una manera divertida, nos sorprenden con una iniciativa nueva pero en total consonancia con el fondo de su catálogo: Wonder Ponder Mini. Se trata de una colección pensada especialmente para los más pequeños, editada en formato reducido y cartoné, que se inicia con la presentación de dos títulos que se centran en una serie de escenas cotidianas protagonizadas solo por cuatro personajes o elementos . Sin embargo, cualquier adulto con ganas de pasarlo bien y sin prejuicios, está también invitado.
Es sin duda la conjunción de la capacidad creativa del tándem artístico formado por Ellen Duthie y Daniela Martagón la responsable de unos productos literarios y lúdicos francamente subversivos. Niña, gato, agua, pato (Wonder Ponder 2019), donde coinciden de nuevo en la autoría, es un álbum donde se mezclan de forma aleatoria e ingeniosa unos protagonistas que terminan por desencadenar acciones inesperadas y, sobre todo, cargadas de humor. Una obra que, como era de esperar, huye de cualquier convencionalismo editorial e invita a la observación a partir de un reto de agudeza visual y del juego con las palabras, estimulando la reflexión y la perspicacia del lector, transformando situaciones rutinarias en momentos extraordinarios.
Llega la hora del baño y una niña, un gato, un pato y mucha agua aparecen en escena. Se imaginan cuántas cosas diferentes pueden pasar? Esta es la premisa con la que comienza una historia disparatada donde los únicos cuatro componentes del título son enumerados uno tras otro en la página de texto de la izquierda, mientras que la ilustración de la derecha los representa en lugares sucesivamente intercambiados. Por consiguiente, el libro pide fijarse atentamente en la imagen para entender todas las situaciones de baño que se exponen; unas posibilidades, por otra parte, bien absurdas y delirantes. La clave se encuentra, por tanto, en la exploración de los cambios en la imagen, enmarcada en un cuadrado y con una equilibrada sencillez compositiva.
Paral·lelament, el text, amb una certa inspiració en el joc de les cadires musicals, avança mitjançant tota una sèrie de recursos lingüístics que enriqueixen la lectura en veu alta i la interpretació, com ara l’embarbussament de les paraules i l'al·lusió, en ocasions, dels quatre elements amb l’onomatopeia que els correspon: «Hihihi, hahaha», «qüec-qüec», «meu» i «xof». Altrament, la paraula «CANVI!!» al final de cada escena, esdevé l’exclamació oportuna que impulsa a passar la pàgina sense pausa ni espera fins que el mot «APLAUDIMENTS!» marca l’acabament de la història amb els quatre elements que se situen de front i saluden descaradament el lector tot trencant els límits de la superfície de la imatge.
L’agosarament editorial a l’hora de publicar un àlbum que s’allunya de moltes de les tendències més comercials s’enfronta, però, a un inconvenient lingüístic del qual ens alerta en la seua crítica Teresa Colomer. Amb una traducció de Bel Olid, qui també ha col·laborat en la resta de projectes de Wonder Ponder, cal assenyalar que aquesta versió no és sonorament tan encertada ni presenta una rima tan exacta com «niña, gato, agua, pato». Cal reconéixer que aquest és veritablement un repte difícil d’aconseguir però, tot i això, s’han d’aplaudir sempre les publicacions infantils tan trencadores com aquesta que presenten una estètica acurada i un gust pels detalls exquisit, com ara el llom, que, he de confessar, em té fascinada.
Paralelamente, el texto, con cierta inspiración en el juego de las sillas musicales, avanza mediante toda una serie de recursos lingüísticos que enriquecen la lectura en voz alta y la interpretación, como el trabalenguas de las palabras y la alusión, en ocasiones, de los cuatro elementos con la onomatopeya que les corresponde: «jijiji, jajaja», «cuac-cuac, «miau» y «splash». Por otra parte, la palabra «¡CAMBIO !!» al final de cada escena, se convierte en la exclamación oportuna que impulsa a pasar la página hasta que la palabra «APLAUSOS!» marca la finalización de la historia con los cuatro elementos de frente, que saludan descaradamente el lector rompiendo las fronteras de la imagen.
[…] Se deben aplaudir siempre las publicaciones infantiles tan rompedoras como ésta que presentan una estética cuidada y un gusto por los detalles exquisito, como el lomo, que , debo confesar, me tiene fascinada.
Ver reseña original aquí.
Compartimos esta estupenda reseña de Clara Berenguer, que apareció esta semana en Valencia Plaza.. La hemos traducido para disrfrute de todos, aunque podéis ver la reseña original aquí.
Niña, gato, agua, pato. La cotidianeidad como juego.
Wonder Ponder sigue sorprendiendo a los lectores más pequeños con la presentación de una colección con contenidos originales e innovadores y la estética que los caracteriza
23/07/2019 -
VALENCIA. Ellen Duthie, Raquel Martínez y Daniela Martagón crearon en 2014 una editorial insólita tanto por sus propuestas como por su funcionamiento como laboratorio de ideas experimentales. Ahora, después de la buena acogida de las cajas de filosofía visual para niños para acercarlos a alguna de las preguntas que plantea esta ciencia del pensamiento de una manera divertida, nos sorprenden con una iniciativa nueva pero en total consonancia con el fondo de su catálogo: Wonder Ponder Mini. Se trata de una colección pensada especialmente para los más pequeños, editada en formato reducido y cartoné, que se inicia con la presentación de dos títulos que se centran en una serie de escenas cotidianas protagonizadas solo por cuatro personajes o elementos . Sin embargo, cualquier adulto con ganas de pasarlo bien y sin prejuicios, está también invitado.
Es sin duda la conjunción de la capacidad creativa del tándem artístico formado por Ellen Duthie y Daniela Martagón la responsable de unos productos literarios y lúdicos francamente subversivos. Niña, gato, agua, pato (Wonder Ponder 2019), donde coinciden de nuevo en la autoría, es un álbum donde se mezclan de forma aleatoria e ingeniosa unos protagonistas que terminan por desencadenar acciones inesperadas y, sobre todo, cargadas de humor. Una obra que, como era de esperar, huye de cualquier convencionalismo editorial e invita a la observación a partir de un reto de agudeza visual y del juego con las palabras, estimulando la reflexión y la perspicacia del lector, transformando situaciones rutinarias en momentos extraordinarios.
Llega la hora del baño y una niña, un gato, un pato y mucha agua aparecen en escena. Se imaginan cuántas cosas diferentes pueden pasar? Esta es la premisa con la que comienza una historia disparatada donde los únicos cuatro componentes del título son enumerados uno tras otro en la página de texto de la izquierda, mientras que la ilustración de la derecha los representa en lugares sucesivamente intercambiados. Por consiguiente, el libro pide fijarse atentamente en la imagen para entender todas las situaciones de baño que se exponen; unas posibilidades, por otra parte, bien absurdas y delirantes. La clave se encuentra, por tanto, en la exploración de los cambios en la imagen, enmarcada en un cuadrado y con una equilibrada sencillez compositiva.
Paral·lelament, el text, amb una certa inspiració en el joc de les cadires musicals, avança mitjançant tota una sèrie de recursos lingüístics que enriqueixen la lectura en veu alta i la interpretació, com ara l’embarbussament de les paraules i l'al·lusió, en ocasions, dels quatre elements amb l’onomatopeia que els correspon: «Hihihi, hahaha», «qüec-qüec», «meu» i «xof». Altrament, la paraula «CANVI!!» al final de cada escena, esdevé l’exclamació oportuna que impulsa a passar la pàgina sense pausa ni espera fins que el mot «APLAUDIMENTS!» marca l’acabament de la història amb els quatre elements que se situen de front i saluden descaradament el lector tot trencant els límits de la superfície de la imatge.
L’agosarament editorial a l’hora de publicar un àlbum que s’allunya de moltes de les tendències més comercials s’enfronta, però, a un inconvenient lingüístic del qual ens alerta en la seua crítica Teresa Colomer. Amb una traducció de Bel Olid, qui també ha col·laborat en la resta de projectes de Wonder Ponder, cal assenyalar que aquesta versió no és sonorament tan encertada ni presenta una rima tan exacta com «niña, gato, agua, pato». Cal reconéixer que aquest és veritablement un repte difícil d’aconseguir però, tot i això, s’han d’aplaudir sempre les publicacions infantils tan trencadores com aquesta que presenten una estètica acurada i un gust pels detalls exquisit, com ara el llom, que, he de confessar, em té fascinada.
Paralelamente, el texto, con cierta inspiración en el juego de las sillas musicales, avanza mediante toda una serie de recursos lingüísticos que enriquecen la lectura en voz alta y la interpretación, como el trabalenguas de las palabras y la alusión, en ocasiones, de los cuatro elementos con la onomatopeya que les corresponde: «jijiji, jajaja», «cuac-cuac, «miau» y «splash». Por otra parte, la palabra «¡CAMBIO !!» al final de cada escena, se convierte en la exclamación oportuna que impulsa a pasar la página hasta que la palabra «APLAUSOS!» marca la finalización de la historia con los cuatro elementos de frente, que saludan descaradamente el lector rompiendo las fronteras de la imagen.
[…] Se deben aplaudir siempre las publicaciones infantiles tan rompedoras como ésta que presentan una estética cuidada y un gusto por los detalles exquisito, como el lomo, que , debo confesar, me tiene fascinada.
Ver reseña original aquí.
Echa un vistazo más de cerca a Niña gato agua pato en este vídeo de un amigo lector de tres años leyéndolo: