Fiesta en Frankfurt
Ellen Duthie
Raquel Martínez y Ellen Duthie volvimos hace unos días de la Feria del Libro de Frankfurt, en la que por primera vez este año, estaba presente Wonder Ponder, en el espacio Frankfurt Kids, junto a algunos amigos de la Asociación Álbum y otras editoriales independientes.
Pero este post no es para hablar del negocio de la feria, ni sobre posibles y emocionantes ventas de derechos de nuestros libros, ni sobre los estupendos contactos que se hacen en estos macro eventos agotadores pero llenos de personas interesantes con ideas interesantes.
Esto es para hablar de una ¡fiesta!
Antes del verano, recibimos una invitación por parte del editor alemán de Mundo cruel, Markus Weber, de Moritz Verlag, a la fiesta para celebrar el 25 aniversario de esta editorial, que surgió como una filial de la maravillosa editorial francesa L’École des Loisirs y que ha acabado como una editorial con nombre propio, con un cuidadísimo catálogo lleno de fantásticas incorporaciones de autores e ilustradores alemanes y de todo el mundo.
Y nosotras aceptamos la invitación. ¡Sí! ¡Nos gustan las fiestas!
El día de la fiesta, nos pasamos por el stand de Moritz Verlag para saludar al editor y nos alegró descubrir la posición destacada en la que exponía Grausame Welt? (a la versión alemana de Mundo cruel le añadieron una interrogante al final del título). Tras unos minutos de charla, se entiende enseguida por qué. Moritz Verlag es un proyecto editorial que entiende que la solidez de un catálogo se consigue apoyando todos los libros, propios y comprados, para que otros se animen a comprarlo también y que cada uno de los libros pueda tener impacto internacional. Nos dio un ejemplar para que lo lleváramos a nuestro stand y nos despedimos hasta la tarde-noche.
Cuando llegamos a la fiesta, que se celebró en un bar poco pretencioso, pero acogedor, cómodo y agradable, lleno (¿unas 200 personas?) al principio y luego un poco más transitable conforme avanzaba la noche, nos habían preparado unas etiquetas con nuestros nombres, cada una de ellas con una imagen de algún personaje de uno de los libros del catálogo. Fue divertido ir buscando tus parejas de personaje y hablar con ellas.
Hubo champán, sí, pero también cerveza, vino y lo que se quisiera, con alguna cosita para picar al principio (detalle que apreciaron las muchas personas que fueron directamente desde la Feria).
Y entonces Markus Weber se subió al escenario. “Todos ustedes han venido. Eso es muy bonito”, dijo. Y procedió a “contarnos” su editorial. Nos dio un paseo por los libros más emblemáticos de la editorial en estos 25 años, el primero, el primero que ganó dinero… así hasta este año. Pero lo bonito fue cómo los presentó. Leyó en voz alta extractos de cada uno de ellos. ¡Y qué gusto escucharle leer! Con mucha profesión y con muy poca pretensión, nos hizo sentir que Papá nos estaba leyendo un cuento antes de dormir, o antes de comer, o en medio de una fiesta ¡qué importa la hora y el lugar!
Mirando las cubiertas del catálogo de Moritz Verlag hay más de una con personaje de rostro pillo en primer plano, con una expresión que es difícil de mirar sin que te provoque una sonrisa. Y conforme iba transcurriendo la noche, nos fuimos dando cuenta de que el rostro del propio editor, sonriente, que desprendía auténtica emoción en esta celebración, funcionaba a modo de cubierta para toda su editorial. Y daban ganas de leerse el catálogo entero.
Después de la presentación de la editorial, subió uno a uno todo su equipo y al final éstos le sorprendieron con un regalo espectacular: una versión del Das Kleine Museum: “Das Kleine Moritzmuseum”, con ilustraciones y algún texto especialmente preparado para la ocasión.
Por último, subieron Arthur Hubshmid y Louis Delas de L’école de Loisirs. Louis Delas habló del faro que suponía para el espíritu de L’école de Loisirs (y de Moritz Verlag) la figura de Tomi Ungerer, y su capacidad de combinar como nadie la provocación y la ternura. Arthur Hubshmid, tras bromear con que subirse a un escenario después de Markus Weber era como tener que actuar después de Elvis, contó los pre-inicios de la editorial, esos momentos en los que parecía que no acabaría de arrancar nunca y ese éxito y como, a pesar de eso, no dejaron de confiar en Markus Weber y en el proyecto que finalmente logró forjar y dotar de una identidad y entidad propias. Ambos desearon lo mejor para los próximos 25 años de Moritz Verlag.
Y luego, ¡a comer! En la invitación anunciaban que habría bebida, comida y baile, y no mintieron. Hubo bebida, toda la que se quisiera y comida, de esa de hacer cola y esperar al grill -salmón fresco ligeramente ahumado, otro pescado blanco que no llegamos a probar, salchichas alemanas, pollo, ternera y verduras-.
Ya comidos, empezó la música en directo (los músicos, una combinación de alemanes y estadounidenses -la cantante a lo Janis Joplin se lució-) y baile, mucho baile.
El editor integraba su papel socializador en el baile en forma de ritual curiosamente conectora. Iba y venia del centro, buscando a personas y conectándolas con otras, con una chispa muy divertida y una naturalidad de lo más familiar y cálida. A Ellen de repente se le apareció y le conectó con una pareja de libreros encantadores (Cornelia Krummrich y Bernhard Schmidtmann de la librería Tintenherz de Erfurter) muy fans de Mundo cruel. A falta de alemán por nuestra parte y de inglés por la suya, la conversación arrancó con onomatopeyas: “Grausame Welt? Wow!” dijo Cornelia. “Danke schön”, dijo Ellen, exhibiendo sus dos palabras de alemán. Por fin, llegó Raquel, y pudimos comunicarnos con algo más de fluidez, entre el aleman de Raquel y el español de Bernhard que fue apareciendo tímidamente.
En resumen, una celebración maravillosa, con conversación, risas, buen humor y un ambiente realmente acogedor.
Muchas gracias a Markus Weber y a todo el equipo de Moritz Verlag por la invitación y por acoger a nuestro Mundo cruel con tanto cariño en su catálogo.
Cuando nos fuimos para el hotel, Raquel y Ellen nos miramos y nos dijimos que nada más por esta fiesta, había merecido la pena ir a Frankfurt. Y esto no lo dijimos pero probablemente lo pensamos las dos: “De mayor, nuestra editorial quiere ser así”.
¿Os hemos dicho que se acerca nuestro QUINTO ANIVERSARIO? (Pronto más información).