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Me pregunto: Autoentrevistas desde el confinamiento

Me pregunto: Autoentrevistas desde el confinamiento

Personas de 5 a 18 años se preguntan y reflexionan sobre el coronavirus y sus consecuencias

Tamara, 16 años. Barcelona (España), ME PREGUNTO #40: Autoentrevistas desde el confinamiento

Ellen Duthie

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[Hemos tenido que] pasar de una vida en constante movimiento a una vida plana. Al principio asusta, pero nos acabamos acostumbrando. ¿Pero qué pasará cuando tengamos que retomar la normalidad? ¿Será igual que antes? [...] Puede sonar paradójico que una simple niña de 16 años se pregunte eso, ya que su única preocupación es ir a la escuela y hablar con amigos. Pero yo también vivo en esa sociedad que teme a la normalidad, somos el futuro y nos tenemos que preparar para afrontar cualquier bache.   
— Tamara, 16 años, Barcelona (España)

En la entrega número 40 del proyecto ME PREGUNTO: AUTOENTREVISTAS DESDE EL CONFINAMIENTO, Tamara, de 16 años y en 1º de Bachillerato (modalidad social), nos cuenta su experiencia de confinamiento en Barcelona (España).

PREGUNTAS PREVIAS
¿Cuánto tiempo llevo de confinamiento?
La respuesta es sencilla ya que llevo los mismos días que cualquier otro adolescente de Barcelona. Exactamente llevo 45 días confinada. De esos 45 días no he salido ninguno, ya que la compra y las necesidades básicas, como bajar la basura, lo hacían mis progenitores. Siendo honesta, debería rectificar en lo dicho anteriormente, ya que el pasado sábado día 2 de mayo salí a dar un paseo. No obstante, ese fue el primer día permitido para salir, es por eso que no lo cuento como día de confinamiento.

¿Con quién estoy confinada?
La respuesta ya ha sido hallada en la anterior pregunta. No obstante, la volveré a repetir, este periodo de confinamiento lo estoy llevando al lado de mis padres.

Debido a sus trabajos, este confinamiento también lo han pasado día tras día en casa.

 ¿Cómo lo estoy llevando hasta ahora?

Toparse con la respuesta a esta cuestión es complejo por dos motivos. La primera razón es porque, bajo mi punto de vista, estamos abducidos en un sueño, para algunos una pesadilla.

Es un sueño porque actuamos como si tuviéramos una venda en los ojos y esto nos hace actuar de manera inconsciente. Hay que despertarse de este sueño y empezar a tomar consciencia de lo está sucediendo a nuestro alrededor. 

Y por otro lado, me he dado cuenta que, a pesar de las diferencias entre uno u otros, cuando uno se cae de la cursa todos le ayudamos a levantarse. Esto es una alusión a lo que está sucediendo estos días. Nos hemos unido, estamos luchando, no nos rendimos, queremos ganarle la partida a este virus y sólo lo conseguiremos si nos unimos. Hemos demostrado que unidos somos fuertes. En resumidas palabras, se podría decir que este periodo lo estoy viviendo con el llanto de emoción en los ojos continuamente, ya que ver a todo un mundo unido por la misma causa es emotivo, pero más emotivo es darte cuenta que en la sociedad en la vives es generosa, noble, dispuesta a ayudar a quien lo necesite.

ENTREVISTA

Yo hago lo que tú no puedes, y tú haces lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas.
— Madre Teresa de Calcuta.  
El precio de la grandeza es la responsabilidad.
— Winston Churchill.

Estas dos frases procedentes de personas célebres hablan sobre el compañerismo y la responsabilidad, adjetivos presentes en nuestro día a día en este periodo de confinamiento.

A continuación, expondré una serie de preguntas. Esta entrevista es un tanto peculiar ya que la denominaremos “autoentrevista”. Consistirá en hacerme preguntas a mí misma y contestarlas. El objetivo principal es poder darme cuenta de cómo estoy llevando este confinamiento.

Sin más miramientos, procederemos a realizar las preguntas.

Estos días estamos viviendo un periodo de confinamiento, pero ¿Cuál es la causa? El motivo es por un virus denominado Coronavirus, conocido por los expertos como Covid-19. ¿Qué conocimientos tengo acerca del Covid-19?

El entendimiento que tengo acerca de este virus es escaso, ya que lo único que conozco sobre él es que puede afectar tanto a animales como a humanos. En todos los virus, siempre afecta a una parte la población específica. En este caso el número de afectados es más amplio en la tercera edad.  No obstante, aquellas personas que sufran algún tipo de problema respiratorio también están en riesgo. Y por último hablaré de los síntomas, los más habituales son la tos seca, la fiebre y el cansancio. Si no se presenta ningún síntoma de los mencionados anteriormente, pero tenemos dolores y molestias, congestión nasal, dolor de cabeza, etc. es probable que también se esté afectado por el virus.

Es cierto que todo lo que sé sobre el virus, aunque sea limitado, es gracias a los medios de comunicación. Día tras día nos han ido informando sobre la evolución del virus: el número de afectados, los descubrimientos científicos, el número de fallecidos, etc. Aquellas personas que tan sólo nos regimos por lo que vemos en televisión podemos caer en una tentación, la cual es: dejarnos engañar.  ¿Considero que nos están engañando?

Personalmente, soy de aquellas personas que cree en la bondad. Pero también es cierto, que cuando me engañan después me cuesta coger confianza. Todo esto tiene un porqué y una relación directa con los medios. No hay nada mejor para el entendimiento del receptor que ejemplificar lo que se quiere decir. Nos remontamos a siglos pasados con el mito de Platón denominado: “El Mito de la Caverna”. Un mito conocido por todos, es por eso que simplificaré su argumento. Todo empieza con la aparición de tres hombres encadenados a una pared. Toda su realidad se limita a esas sombras reflejadas a dicha pared por hombres externos. Al cabo del tiempo, uno de ellos pudo escapar de la cueva y al salir al exterior, el mundo real, se dio cuenta de que toda su vida se había resumido en una simple palabra, engaño. Atónito por todo lo que había visto, regresa a la cueva y les explica a sus compañeros que todo lo que habían estado viendo a lo largo de sus vidas eran tan solo unas sombras que les privaban de la realidad. A pesar de la confesión sincera del hombre, sus compañeros no le creen y le toman por loco.

Este Mito es una alusión a nuestra realidad, la realidad del siglo XXI, cuya peculiaridad se centra en los medios de comunicación.

Podemos extraer el concepto de la “hoguera”, que hace referencia a las tecnologías, cuya misión es demostrarnos que una realidad perfecta es posible y sin ella no se podría llevar a cabo, no obstante, lo único que hace es encubrir las imperfecciones que tiene.

Por otro lado, están los hombres que mostraban los objetos, cuya referencia a hoy en día son los medios de comunicación. Tan sólo nos muestran lo que les interesa que veamos, sepamos. La realidad que nos cuentan no es la propiamente cierta. Somos una marioneta, nos dejamos mover según los intereses de los de arriba.

Cabe aclarar que en ningún momento estoy diciendo que los medios de comunicación son malignos, pero sí que estoy intentando comunicar que hay que tener un espíritu crítico. No nos podemos fiar de lo que nos cuentan, hay que investigar.

Respondiendo a la pregunta de: ¿Considero que nos están engañando? Sinceramente, no lo sé. Porque en caso de que sea afirmativa la respuesta, no lo confirmarán nunca. Pero sí que podemos ser más astutos que ellos, y eso se consigue mediante la investigación.

Y, por último, me gustaría invitar a la reflexión: ¿Queremos un mundo que esté manipulado? Evidentemente la respuesta es no, pero si no hacemos nada por cambiarlo seguiremos siendo marionetas.  

Miedo. Una palabra temida por todos. Tener miedo no es algo agradable ya que te supone lidiar con sentimientos de incertidumbre, tensión, malestar, etc. En definitiva, sensaciones que no son de nuestro agrado. Por desgracia el vocablo: Covid-19, nos transmite esas mismas sensaciones. Tenerle miedo a las cosas no te hace fuerte, es por eso que me pregunto: ¿Tengo miedo?

El miedo es difícil de controlar. Hay muchos tipos de miedo, como, por ejemplo: tenerle miedo a las películas de terror, a los payasos, a los insectos, a muerte, a la realidad, etc. Pero el mayor miedo de todos es la “normalidad”. Decir esto hace unos meses, cuando el virus no estaba presente, sería disparatado, ya que cada uno vivía absorbido en su burbuja llamada rutina. Pero cuando nos sacan de esa burbuja en la que estamos inmersos nos asustamos, tenemos miedo al cambio. Hoy más que nunca hemos tenido que salir de esa rutina, de esa normalidad que nos facilitaba la vida y mirar lo que sucedía a nuestros alrededores. Pasar de una vida en constante movimiento a una vida plana. Al principio asusta, pero nos acabamos acostumbrando. ¿Pero qué pasará cuando tengamos que retomar la normalidad? ¿Será igual que antes? Son preguntas que dan miedo pensarlas, pero también te ayudan a darte cuenta acerca de cómo afrontas las adversidades. Puede sonar paradójico que una simple niña de 16 años se pregunte eso, ya que su única preocupación es ir a la escuela y hablar con amigos. Pero yo también vivo en esa sociedad que teme a la normalidad, somos el futuro y nos tenemos que preparar para afrontar cualquier bache.   

Muchos de los problemas de esta sociedad es que sólo nos centramos en los aspectos malos, dejamos de lado lo positivo. Es cierto que la positividad no cura, por muy positiva que sea una persona no podría remediar su enfermedad. Es duro decirlo, pero es la realidad. ¿Pero qué es lo que verdaderamente consigue la positividad? La respuesta es sencilla, contagiar felicidad, optimismo, alegría… Y en tiempos de guerra, se agradece. ¿Ser positivos en este confinamiento nos beneficia?  

Claramente nos beneficia. Desafortunadamente si preguntamos a personas cómo están llevando este confinamiento, los adjetivos serían: agobiado, estresado, atado, aburrido, con miedo… pero pocos dirían: con positivismo, con iniciativa.

Es cierto que hablar sobre que hay que ser positivos en este momento es complejo para muchas personas. Ya que hay familias que lo están pasando mal. Y lo que menos desean es que los bombardeen diciendo que hay que ser positivos, porque en algunos momentos no es posible. 

Ver de un cielo gris un rayo de luz es arduo, pero no imposible. Después de la tempestad siempre viene la claridad. Poco a poco nos estamos acercando a esa luz. Pensar que todo va a salir bien, dentro de lo que cabe, es beneficioso para la gente que te rodea. Transmitir paz a todo aquel que lo necesite es dejar pasar al positivismo. Seguir adelante por muy dificultoso que sea el camino, es ser positivo. Ser agradecidos con aquellos que se dejan la piel día tras día para poder salvar vidas, es ser positivo. En definitiva, ser positivos ayuda a muchas personas. Se podría decir que somos como un imán. Hay una fuerza que nos une, pero si nos separamos esa fuerza desaparece. Son más fuerte dos imanes unidos que separados. Somos más fuertes juntos que por separado.  

Y para finalizar esta entrevista cabe destacar algo. Por muy dura que sea la batalla siempre se aprende algo. Nunca dejamos de ampliar nuestro conocimiento intelectual. Es cierta la frase de: “Nunca te irás a la cama sin saber algo nuevo”. Personalmente, de este confinamiento he aprendido muchas cosas, algunas buenas y otras duras. Siempre hay que quedarse con lo bueno, con lo que te aporte algo para tu vida. ¿Qué podría destacar de este confinamiento?

Si pudiera definir esta situación con una palabra, sería: orgullo. Hemos demostrado que estamos unidos, comprometidos los unos con los otros. Hemos sido agradecidos con el prójimo, aunque parezca obvio el simple hecho de dar reconocimiento a quien salva vidas, hay personas que con un “gracias” ya están satisfechos. Brindar alimentos a quien lo necesite también es un acto para estar orgullosos de nuestra sociedad. No dejar que nadie se levante solo. Podría dedicar líneas y líneas a lo orgullosa que estoy de la sociedad en la que vivo, pero un acto vale más que mil palabras. Y esos aplausos de las 20.00h son para todos nosotros: sanitarios, dependientes, limpiadores, camioneros, taxistas, para cada una de las personas que forman este mundo tan generoso.


ME PREGUNTO, AUTOENTREVISTAS DESDE EL CONFINAMIENTO es un proyecto de Wonder Ponder en el que invitamos a personas de 5 a 18 años a preguntarse y reflexionar sobre la crisis del coronavirus y sus consecuencias mediante autoentrevistas en audio, por escrito e ilustradas.

Si quieres aportar una autoentrevista, lee esta entrada del blog y sigue las instrucciones.

¡Nos encantará recibir tu autoentrevista, incorporarla al blog del proyecto y compartirla!

Puedes ver/leer/escuchar otras autoentrevistas aquí.